En Diego Maradona, nacido para molestar (Planeta), el humorista y dibujante Miguel Rep hilvana viñetas de manera cronológica para “ilustrar” distintos momentos de la vida de Diego Maradona. El autor presentó el libro en Rosario el miércoles 1º de diciembre en el Complejo Cultural Atlas (Mitre 645).

“Es una biografía ilustrada con humor, a la manera de lo que soy, un humorista gráfico. Para hacerla, tuve que estudiarme toda la vida de Diego”, avisa Rep en el diálogo con Rosario3.

El registro "grafico" –que ofrece cruces con Gardel, Borges, Passolini, Spinetta, Soriano y el “Gernika” (un recuerdo del vasco Goykoetxea)– comienza en los 60 y atraviesa seis décadas hasta llegar “a la eternidad”.

“En cada capítulo pongo los hechos más destacados para mí, es decir, los hechos «subjetivos», que van del nacimiento (con “la anunciación" a La Tota), la infancia, sus primeros malabares, las primeras notas, los entretiempos para divertir a la gente, su maravilloso equipo Cebollitas, el debut en Primera con Argentinos Juniors, quedar afuera del Mundial 78 y ganar el Juvenil del 79 y el pase que se inventó para que vaya a Boca”, enumera Rep sobre la primera etapa.

Otros hechos “no objetivos” narrados en Diego, nacido para molestar son el pase al Barcelona, “la frustración" del Mundial 82 y "la quebradura por la falta de Andoni Goikoetxea".

“Después, ya viene la historia definitiva que está marcada por el camino hacia el Mundial y la consagración absoluta en México 86. Ahí empieza el «Diego Universal» y el mejor jugador de todos los tiempos. Digo empieza, pero Diego siempre está empezando”, añade el entrevistado.

Luego del campeonato del mundo, El Pelusa da pie al Maradona mas contestatario y rebelde, “el que denuncia a los poderes y empieza a dosificar su retiro del fútbol” que materializa en la frase «la pelota no se mancha» (del 10 de noviembre del 2001).

“Entonces, lo que queda es la leyenda popular, sus muertes y resurrecciones, los altares y la necesidad de la gente de construir un ídolo popular, casi religioso. A partir del 25 de noviembre del año pasado empieza otro Diego y de eso es hijo este libro”, abunda Rep.

¿Ese Diego que tenías en la cabeza en el punto de partida del libro es el mismo con el que te encontraste al final, después de leer sobre él y de esa «convivencia con130 imágenes» que menciónas en el prólogo?
–Cuando estudiás y le metés mano, y tenés que dibujarlo mucho y hacer muchos guiones, lo que pasa con el humor, que es una actividad humanista, es que comprendés al personaje, ves los fragmentos. Es como completar ese rompecabezas que se terminó el 25 de noviembre del 2020. Diego se renueva, sí, pero ya con las piezas cerradas. Antes se renovaba con las sorpresas que el tipo iba a dar. En cambio ahora, los responsables de esa renovación somos quienes lo sobrevivimos. Entonces, el historiador lo trabaja por el lado del contexto político y el que lo adora, lo va a acomodando por el lado de lo religioso.

—Y el humorista gráfico?
–El humorista se vale de el espíritu humorístico de Diego. Es un personaje que tiene mucha tragedia pero también mucho humor en sus declaraciones, y humor de sí mismo lo cual lo cual lo hace casi casi un humorista, ¿no? Me parece que eso es lo que se va a renovar de ahora en más: las lecturas de un tipo que ya no está entre nosotros pero que dejó muchas aristas para ser estudiadas. En este libro lo pienso desde la totalidad, pero desde una totalidad subjetiva y en eso está lo «generacional» que vos decís. Mi lectura es gráfica, porque le puse imágenes a escenas que no las tenían, pero es absolutamente contemporánea porque teníamos casi la misma edad.

"Entonces –añade–, ese Diego que estaba marcado por su juego, por sus declaraciones e intervenciones políticas, también es el de las molestias, porque muchas veces me enojé con él en estos años de convivencia".

—¿Quién fue para vos Diego Maradona?
—El mejor jugador de todos los tiempos. El mejor de nuestros rebeldes populares que nunca se olvidó de su origen. Siempre fue un resentido, pero también un iluminador y un nene en constante asombro; provocando asombros. Una mezcla muy dispar de ángel y demonio que también es la corporalidad de la Argentina de los últimos 60 años. Y otra cosa rara es que (Maradona) demuestra que en el mundo ha triunfado uno del Conurbano. Él nació en Lanús y vivió en Villa Fiorito. Esa fue una visión permanente para él: siempre se consideró del sur y del Conurbano. Ese «ser del margen» y de origen pobre es algo que nunca olvidó. Esa característica es lo que lo hace universal, con todas sus virtudes y defectos, algunos muy pesados.

—Diego pasó de no tener para comer, la idea de la subsistencia al límite, a ser reconocido como jugador a escala planetaria. No sé cómo se maneja eso
—Fue aceptando la fama y el reconocimiento de manera gradual. No es que lo pusieron de casualidad en un equipo, hizo un par de goles y le vinieron la fama y la gloria. Tiene que ver con un sueño que él tenía de chiquito y que fue gradual. Pensá que siempre fue el mejor en todo: en Cebollitas, en Argentinos Junior, en el Mundial Juvenil de Japón, en Boca y así siempre. Entonces, toda esa fama, en definitiva, fue progresiva y él la fue aceptando. Claro que es humano, entonces, tuvo actitudes de mucha humildad y en otras fue el peor soberbio.

La presentación


Miguel Rep presentó Diego, nacido para molestar el miércoles 1º de diciembre en el CCA, acompañado de la gestora cultural y el ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe Chiqui Gonzaélz, y del periodista Federico Fritschi.