Cada 11 de diciembre la Argentina celebra el Día Nacional del Tango, una jornada que rinde homenaje a dos de los nombres más influyentes de la música ciudadana: Carlos Gardel y Julio De Caro. La efeméride fue instaurada en 1977 a partir de una iniciativa del compositor y productor Ben Molar, quien años antes había advertido que ambos artistas, pilares fundamentales del género, compartían fecha de nacimiento.
La propuesta fue aprobada primero por decreto municipal y luego a nivel nacional, y desde entonces la fecha se convirtió en un símbolo de identidad cultural. El reconocimiento internacional llegó en 2009, cuando la Unesco declaró al tango Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, una distinción que reforzó su valor histórico, artístico y social.
Carlos Gardel: la voz que marcó una época
Nacido el 11 de diciembre de 1890 -con versiones enfrentadas que lo sitúan en Francia o Uruguay-, Carlos Gardel se crió en Buenos Aires y en 1923 se nacionalizó argentino. Fue cantante, compositor y actor, creador del tango canción y máximo referente del género.
Su estilo interpretativo, su elegante presencia escénica y la calidad de su voz lo convirtieron en un fenómeno internacional. En 2003, su voz fue incorporada al programa Memoria del Mundo de la Unesco, un reconocimiento reservado a documentos de valor histórico excepcional.
Murió en un accidente aéreo en Medellín en 1935, pero su figura continúa representando la esencia más profunda del tango: nostalgia, poesía y una manera única de contar historias.
Julio De Caro: el innovador del tango instrumental
El mismo día, pero en 1899, nació en Buenos Aires Julio De Caro, uno de los músicos que transformó la identidad sonora del tango. Violinista, director y compositor, lideró desde 1924 un sexteto que inauguró la llamada “escuela decareana”, un estilo que marcó la evolución del tango instrumental por su refinamiento y complejidad.
Su obra contrastó y complementó al mismo tiempo la vertiente gardeliana centrada en el canto. De Caro murió en Mar del Plata en 1980, pero su legado continúa influyendo en orquestas típicas y nuevas generaciones de músicos.
Una tradición que perdura
El Día Nacional del Tango busca mantener viva una tradición que sigue presente en las milongas, en las orquestas jóvenes, en los festivales internacionales y en los proyectos que cruzan tango con nuevas estéticas.
A más de un siglo del nacimiento de sus grandes referentes, el género continúa renovándose sin perder su raíz emocional, convirtiéndose en uno de los rasgos más profundos de la identidad cultural argentina.



