Todos los días uno se enfrenta a situaciones vergonzosas. Pero hay límites. Un joven estudiante de una universidad de Sidney, Australia, estaba viendo un video porno en plena clase y no se dio cuenta que no había conectado los auriculares que llevaba puestos. Al parecer la acústica del salón era muy buena porque se escuchó absolutamente todo.

El joven disfrutaba, según se aprecia en el video publicado en You Tube, de su travesura. Hasta que notó que los estudiantes que estaban en el mismo aula se reían sin parar mientras lo miraban. Y sí. Lo que él en ese momento pensó que no podía estar pasando, pasó.

Ante este tipo de situaciones quedan pocas opciones. Reírte y pretender que lo hiciste a propósito, o cerrar la PC y salir corriendo. A este chico, probablemente la tierra lo tragó, porque no volverá a clases por un buen tiempo por la vergüenza.