Mientras la familia Rubiolo se preparaba para despedir a Soraya, la joven de 16 años que fue asesinada el jueves por la noche en su casa de Colombres al 2139, en el límite oeste de barrio Santa Lucía, la violencia golpeó una vez más. Tiratiros balearon la vivienda pasadas las 17 de este viernes. Según se indicó en forma preliminar, fueron dos impactos que no dejaron heridos. Además, también trascendió que hubo balas para otro domicilio ubicado a una cuadra. 

El velatorio de la chica estaba previsto desde las 19 hasta las 23 en una cochería céntrica. En tanto, las redes sociales se llenaron de mensajes de duelo por parte de amigas de la chica, que era madre de un bebé de 5 meses, Lorenzo. Los Rubiolo habían solicitado ayuda económica para solventar el velatorio que, según trascendió, ahora tendrá custodia policial.

“Toda una vida por delante, un hijo hermoso el por el cual tenías que seguir luchando. Por favor, volvé y decinos que es mentira. Mi alma se destroza con sólo pensar que anoche estábamos juntas las tres otra vez hablando de un futuro para Lolo y hoy te quitaron la vida injustamente”, escribió Bian en su cuenta de Facebook, un posteo acompañado con una foto de “Sori”.

Se sospecha que primero mataron a la chica y luego dispararon a 150 metros.

Minutos después de cometido el asesinato de Soraya, vecinos del pasaje 1707 al 7700 –a la vuelta de Colombres al 2100– vieron pasar a dos jóvenes moto cargando un televisor que dispararon sobre una vivienda. Fueron tres impactos en un portón. La sospecha es que eran los propios homicidas.

Los trascendidos señalan que Soraya había mantenido fuertes discusiones con una mujer de barrio Godoy, un dato que manejan los investigadores como posible móvil de la ejecución.

Este viernes pasada las 17 desde un auto Renault Clio, según testigos, partieron los balazos que sembraron terror en un momento signado por el duelo.

En tanto, otras fuentes mencionaron que además en las últimas horas se reportaron tiros sobre una vivienda cercana a la familia, sobre Colombres al 2200, una vivienda en la que pesan denuncias de comercialización de estupefacientes.