Un joven de 22 años fue acusado de haber alterado la escena donde mataron a su amigo Matías Lautaro Reynoso, quien el lunes por la noche fue baleado en su casa de Villa Gobernador Gálvez. Por ello, la Fiscalía lo acusó de encubrimiento agravado y una jueza lo dejó en prisión preventiva por 30 días.

A Matías Reynoso, de 25 años, lo asesinaron en la cocina de su casa. Eran poco más de las 20 cuando un grupo indeterminado de personas ingresó a su casa de Pasaje Derechos Humanos al 600 y lo ejecutó de un tiro en la cabeza.

Francisco B. vivía con la víctima en esa casa y según la investigación, presenció o escuchó la secuencia violenta desde otra habitación y no llamó al 911.

En cambio, se dirigió a la vivienda del hermano de Reynoso, cerca de Avellaneda y Lamadrid y lo anotició del suceso.

Pero además de esa extraña secuencia, el fiscal Adrián Spelta lo acusó de haber levantado elementos de la escena del crimen.

Lo imputó por “haber ayudado a los autores del homicidio, realizando tareas de confusión hacia la autoridad, y de haber hecho desaparecer pruebas esenciales presentes en la escena del hecho”.

“Entre otras cosas –enumeró Spelta–, levantó el celular de la víctima y el propio, colocó elementos de la escena dentro de una bolsa negra para sacarlos del lugar de los hechos con el fin de alterar la escena del delito, y ayudó de esta manera a los autores a eludir las investigaciones”.

Según se supo de fuentes policiales, el hermano de Matías Reynoso fue quien llamó a la Policía. Las cerraduras y aberturas de la casa no estaban violentadas y en el lugar el personal policial secuestró un cargador con municiones y una máquina de contar billetes.

En la audiencia, la jueza María Trinidad Chiabrera dictó 30 días de prisión preventiva por el delito de encubrimiento agravado para Francisco B., quien dijo estar desempleado y vivir de “changas”.