Este miércoles comienza el juicio contra dos policías que hace siete años mataron a un delincuente que les había robado la moto a uno de ellos en Granadero Baigorria. Son padre e hijo y habían sido sobreseídos en su momento por la ex jueza de Instrucción y actual vicegobernadora Alejandra Rodenas, pero ahora el caso llegó a la instancia oral y pública. Para el abogado defensor, Mariano Scaglia, lo que se resuelva en este proceso, dará una clara señal al resto de los policías que todos los días se enfrentan a situaciones similares.

En contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Scaglia reconstruyó el episodio que ocurrió el 7 de enero de 2014 cuando Omar Dal Lago y su hijo Guillermo Dal Lago, ambos policías, persiguieron y dieron muerte a un joven de 18 años, Michel Campero, que momentos antes le había robado la moto a Guillermo, cuando estaba con su esposa y dos hijos de por entonces 6 años y 11 meses.

Según contó el abogado, Michel estaba armado y había amenazado con matar a los niños. Además, no estaba solo, lo acompañaba un cómplice que logró escapar.

Fue entonces cuando se produjo la persecución que comenzó con Guillermo y a la que se sumó luego su papá, Omar, que estaba cerca. Michel fue baleado en la espalda cuando huía en la moto robada, con la que además chocó contra un colectivo.

Mi defensa se basa en dos excusas que prevé la ley –explicó Scaglia–, el cumplimiento de un deber, hablamos de un delito en flagrancia y de personal policial, no se le podía exigir otra conducta ante un delito que se estaba cometiendo que no fuera la persecución de los autores del hecho; y la legítima defensa, está la posibilidad de repeler una agresión con paridad de armas”.

“Lo que se resuelva acá va a mandar un mensaje al personal policial, porque que hubiera sido mejor «no te metas»”, advirtió el abogado que contó que sus clientes ahora ya no forman más parte de la fuerza policial. Y señaló la contradicción de un Estado que le exige a su fuerza pública perseguir al delito, pero al mismo tiempo la juzga si lo hace.