El capo narco Esteban Lindor Alvarado fue indagado este lunes por el juez federal de Lomas de Zamora Ernesto Kreplak por el plan de fuga que pretendía ejecutar en el penal de Ezeiza y que fue frustrado el viernes pasado en un operativo conjunto entre el Servicio Penitenciario Federal y la Policía Federal. Según la acusación, se le atribuyó ser el líder de una asociación ilícita, de la cual dos presuntos miembros –Gianluca Orpianesi y Andrés Donnet– también fueron imputados.

Según informó el Ministerio Público Fiscal en su sitio web, los fiscales federales Cecilia Incardona y Diego Iglesias –titulares de la Fiscalía 2 de Lomas de Zamora y de la Procunar, respectivamente– le atribuyeron a Alvarado ser jefe de una presunta organización conformada por al menos tres personas y destinada a la comisión indeterminada de delitos.

Los fiscales también imputaron a Alvarado, Donnet y Orpianesi la adquisición, administración y disposición de un helicóptero Robinson R44 Raven, con matrícula falsa, que fue comprado en España e introducido en nuestro país a través de un paso no habilitado cerca de la zona de Campo 9, en la República del Paraguay

En los casos de Donnet y de Orpianesi, fueron indagados por haber pretendido favorecer a Alvarado y a otra persona de su entorno para fugarse del penal donde están detenidos.

El frustrado plan de escape

El 2 de marzo pasado, el Ministerio Público Fiscal fue alertado sobre la existencia de un plan diseñado por Alvarado y personas de su entorno para extraerlo del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, donde se encuentra recluido. Supuestamente, al día siguiente, un helicóptero partiría de un aeródromo rural cercano a la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, sobrevolaría el penal y liberaría a Alvarado y a otra persona. Así, se encomendó a personal de la División Operaciones Federales de la Policía Federal Argentina una serie de tareas de campo e intervenciones telefónicas ordenadas por el juez, que permitieron identificar a algunos de los involucrados.

De las conversaciones telefónicas interceptadas entre el piloto –apodado “Lobo”– y Alvarado se desprende que la aeronave saldría de Gualeguaychú, descendería en el patio del penal, efectuaría la extracción y los depositaría en un campo de General Rodríguez, donde otros miembros de la organización recibirían a Alvarado y asegurarían su ocultamiento.

En virtud de todo ello, el viernes 10 de marzo, a instancias de la fiscal Incardona y el fiscal Iglesias, el juez Kreplak ordenó una serie de medidas y allanamientos simultáneos en domicilios de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, y en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, que frustraron el plan de escape.

Si bien el helicóptero despegó de Gualeguaychú, debió aterrizar en un predio cercano al Country Club Banco de la Provincia de Buenos Aires, en la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, por averías en su motor, lo que permitió su secuestro, junto a otros elementos de interés para la investigación. También ese día se detuvo a Orpianesi y Donnet, considerados colaboradores de Alvarado, y se incautaron los vehículos en los que se transportaban dinero en efectivo y una pistola calibre 9 milímetros (que fue hallada en el aeródromo desde donde despegó el helicóptero). Por otra parte, en los procedimientos desarrollados en el penal de Ezeiza se incautaron un teléfono celular y un reloj inteligente, que estaba oculto en una media en el patio del complejo.

Finalmente, los integrantes de la organización también fueron indagados por la falsificación y alteración de la numeración de un objeto registrado de acuerdo con la Ley, ya que se encargaron de asentar en la parte exterior del helicóptero una matrícula falsa, correspondiente a una aeronave diferente.

Esteban Alvarado fue condenado el año pasado por la Justicia provincial a la pena de prisión perpetua por asociación ilícita, lavado de activos, amenazas y como instigador del crimen del prestamista Lucio Maldonado. Además, la Justicia federal lo condenó a 15 años de prisión por un cargamento de 493 kilos de marihuana que fue interceptado en la localidad rionegrina de General Roca en 2017.

En paralelo, Alvarado y su ex pareja Rosa Natalí Capuano están procesados por lavado de activos e irán a juicio oral y público en la Justicia federal.