Roberto fue a la cancha con su familia para ver a Newell’s contra Arsenal, el último martes, y sufrió el robo de la camioneta que usa para trabajar. Según denunció, la dejó estacionada como hacía siempre en la zona de Lagos y Cerrito, le pagó a un cuidacoches y cuando salió del Coloso la chata ya no estaba. 

Lo que le sucedió a este repartidor de carbón no fue un hecho aislado, ya que en los últimos meses se produjeron varios robos de similares características: personas que van al Gigante o al Coloso estacionan sus autos cerca de los estadios y cuando salen ya no están. 

“Cerca de las cuatro de la tarde vine a la cancha, estacioné como desde hace tantos años y me cobraron 400 pesos. Cuando salgo, no estaba la chata”, relató este miércoles en el móvil de De 12 a 14 (El Tres).

Sorprendido y hasta algo confundido, le preguntó a una de sus hijas si ese era el lugar donde habían estacionado: “Fue como una patada en el pecho, la chata no estaba y el trapito tampoco. Estoy quebrado”. 

Roberto contó que usa el vehículo para repartir carbón en distintos puntos de la ciudad y que es su única herramienta de trabajo. Por eso, entre lágrimas, pidió ayuda a cualquier persona que la haya visto o pueda aportar datos sobre el robo e intentar recuperarla.

Es una Ford color marrón, con el capó blanco y una puerta verde -modelo 82-, con caja para mudanzas, lona azul, alta y arcos. Dejó su teléfono para que lo contacten: 3413502315.