El fiscal Federico Reynares Solari que este miércoles logró un fallo sin precedentes, la condena del financista Gustavo Shanahan, ex titular de la Terminal Puerto Rosario, por narcotráfico al venderle dólares a la banda de Julio Andrés Rodríguez Granthon, reveló que el mecanismo estaba tan aceitado que hasta creen que Shanahan abrió una oficina algo más alejada del centro específicamente para venderle billetes verdes a los narcos de Villa Banana. Señaló que hay escuchas telefónicas elocuentes que hablan de “mutantes”, en referencia, justamente a estos clientes.

“Para nosotros este caso era una bisagra porque entendíamos que el sistema de Justicia no había puesto la mirada sobre el centro de la ciudad y en lo que intervenía en las actividades de la periferia, por eso planteamos que quien le provee dólares a una banda narco es parte de la banda”, sostuvo el fiscal en contacto con el programa Radiópolis.

“Primero probamos el tránsito de bolsos entre Villa Banana y dos financieras que en realidad eran la misma: la de calle España al 800 y la de Ovidio Lagos al 400. La de Lagos la habían abierto para atender a la gente que venía de Villa Banana en este caso, es una hipótesis que tenemos”, contó Reynares Solari cómo desanudaron el entramado de los dólares narco.

La gente que atendía la financiera de Lagos los conocía perfectamente porque hay escuchas telefónicas y hay una que es muy gráfica donde se refieren a «la plata de los mutantes»”, señaló y observó que esas mismas personas que trataban de “mutantes” a los narcos, parecían no sentirse parte del mismo negocio criminal.

Precisamente la cueva “exclusiva” para “mutantes” permitía separar clientelas: “Pasaban primero a la de Lagos para no ir directo a la de España, para que una señora (en busca de dólares blue) no se encuentre con un pibe de Villa Banana”.

Nosotros probamos que los bolsos de Lagos iban a España, que eran entregados a Shanahan que tenía una relación tan cotidiana y sistemática con Marcos Díaz (actualmente prófugo) que hay conversaciones en los teléfonos que hablan de la causa de Cofirco (también por lavado de activos de origen ilícito, ahora en manos de Justicia federal) y una preocupación de Shanahan. Su interlocutor le dice «Gustavo, quedate tranquilo, la causa Cofirco quedó en el MPA en Delitos económicos, desvincularon todo lo de la falopa»”, observó el fiscal y tradujo el temor, ahora hecho realidad, de Shanahan: ser investigado por narcotráfico y no por el delito de intermediación financiera no autorizada.

El fallo de los jueces Osvaldo Facciano, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferrero sienta jurisprudencia porque prueba que Shanahan de suministraba dólares a la banda, que necesitaba esas divisas tanto para lavar dinero como para comprar la cocaína que necesitaba para abastecer sus búnkeres de la zona oeste.