Personal policial detuvo el viernes a un hombre de 31 años que se encontraba saqueando lo poco que quedaba de una central telefónica de la empresa Telecom. El arresto, que se llevó a cabo en Alsina al 1300, no fue más que una formalidad.

El sujeto aprehendido tenía una pinza y un cuchillo como herramientas para extraer los cables de la estructura, que de todas maneras ya estaba inutilizada. En mayo del año pasado la empresa de telecomunicaciones había lanzado un comunicado que aseveraba que Rosario es el “epicentro nacional del robo de cables".

Postales. Nada quedó en Sarmiento y Saavedra

La postal se repite en varios de la ciudad. Los “armarios de telecomunicaciones” quedaron expuestos al fenómeno extendido de robo de cables, picaportes, mochilas de aires acondicionados, placas de cementerios y demás elementos que son reducidos en chatarrerías.

En noviembre pasado, un vecino de Fisherton Industrial filmó una secuencia ilustrativa. Tres carreros arrancaron de cuajo un “rack” exterior y se lo cargaron. En el lugar solo quedaron los cimientos. Las consecuencias son conocidas: vecinos que quedan sin servicio de teléfono fijo y de internet –cuando los datos viajan por la línea telefónica–.

Un rack de Génova al 1500, en proceso de desmantelamiento.

Hay veces personal policial interviene y pone a disposición de la Justicia a los autores del hurto, aunque el daño ya esté producido.

El kit de herramientas secuestrado a un detenido.

Por caso, a principios de noviembre dos sujetos fueron detenidos en Pichicha por policía Motorizada, luego del saqueo de un armario telefónico en Rodríguez al 39 bis. Ese mes, de acuerdo con un relevamiento de casos de Rosario3, también vandalizaron y robaron otra central en Rueda al 2000. Al igual que en Sarmiento y Saavedra, donde la policía detuvo a un hombre que llevaba un “kit” de herramientas –cuchillos, sierra, destornillador, pinza y llaves– para la labor de desmantelamiento.

Moreno y 24: así quedó la central telefónica tras el saqueo.

En octubre, tres personas quedaron demoradas por rapiñar una central –donde confluye y se redirigen las señalas– ubicada en Moreno y 24 de Septiembre. En esa ocasión, la policía dio cuenta del secuestro de 25 plaquetas electrónicas y hasta de la puerta de la cabina.

Cables de una central de Pichincha.