En la Policía y en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe hay sorpresa, desorientación y bastante malestar por la decisión de una jueza, que obliga a efectivos policiales de la provincia a trasladar a una mujer que tiene prisión domiciliaria en Capitán Bermúdez, hacia la cárcel de Piñero para que pueda tener relaciones sexuales con su pareja, que está allí detenido. “Nosotros recibimos una orden judicial y tenemos que cumplirla”, aseguró el titular de Asuntos Penitenciarios de la provincia.

Según consta en el oficio de la Oficina de Gestión Judicial, la mujer deberá ser trasladada por un móvil policial desde Capitán Bermúdez a Piñero, en un viaje de 80 kilómetros aproximadamente, entre ida y vuelta. Y debe ser fuera del horario rutinario de visitas al penal.

Walter Gálvez, secretario de Asuntos Penales y Penitenciarios de la provincia de Santa Fe, dio detalles de esta llamativa determinación en el programa A Diario (Radio 2). “Cuando nosotros recibimos un oficio judicial de la Oficina de Gestión Judicial (OGJ), lo que tenemos que hacer es cumplir con esa orden y lo vamos a cumplimentar de esa manera”, dijo.

“Nosotros a partir de mañana empezamos a cumplir con este mandato judicial, aunque no tenemos precisiones sobre cuántas veces vamos a tener que realizarlo”, agregó Galvez, dejando en evidencia que la Policía no tiene mayores precisiones sobre los pormenores de esta medida judicial.

Cuando le preguntaron por el tipo de móvil que hará los traslados, Gálvez respondió: “Nosotros no disponemos del trasladao; eso lo dispone el Ministerio de Seguridad de la provincia. El traslado desde Capitán Bermúdez hasta la cárcel de Piñero, está a cargo de un móvil policial”.

“Nosotros nos encargamos de todo lo que es intramuros y nos dijeron que tiene que ser fuera del horario de rutina de visitas, lo que también genera algunas complicaciones”, finalizó.

Si bien la medida es muy curiosa, no es la primera vez que se implementa. Por ejemplo, cuando se produjo la recordada fuga de presos en la autopista a Santa Fe, se trataba de detenidos que estaban alojados en la cárcel de Coronda y que, como eran personas de Rosario, los llevaban a la cárcel de Zeballos y Ricchieri para encontrarse con sus familiares. En ese contexto se produjo el escape de los detenidos, que luego fueron recapturados.