Un agente de Prefectura Naval Argentina fue separado de la fuerza, tras protagonizar un entredicho con la policía por una denuncia de su hermana, víctima de violencia de género. Dos versiones encontradas y un hombre en terapia intensiva.

Todo comenzó el jueves de la semana pasada cuando una vecina de Agostina llamó a la policía porque la escuchó gritar desesperada. La joven, de 20 años, clamaba por ayuda. Su pareja la había golpeado y le sangraba la nariz.

Así la encontró Sebastián, su hermano, cuando la fue a buscar a la comisaría 2ª en la madrugada del viernes. De acuerdo a su relato a El Tres, la muchacha no recibió ningún tipo de atención médica y tampoco ningún fiscal estaba enterado de su caso.

Sebastián, que es prefecto, se presentó como tal ante un oficial y le exigió la aplicación del protocolo de violencia de género, que llamara a una ambulancia y que se contactar con Fiscalía.

“No me vas a enseñar a mí cómo hacer mi trabajo payaso”, le respondió el agente, según el propio Sebastián. Las cosas a partir de entonces, fueron de mal en peor. Su padre, Mario, llegó en ese momento a la comisaría y se sumó a los reclamos. Luego, llegaron otros siete agentes y el prefecto, su padre y su hermana fueron esposados y puestos en un cuartito.

“Me dio a entender que esto era un vuelto por todos los casos en que había intervenido la Prefectura en detenciones de policías”, dijo Sebastián. Fue entonces cuando su papá, que padece problemas de corazón, se descompuso. Desde entonces está internado en la terapia intensiva del hospital Provincial.

A Sebastián lo acusaron de atentado contra la autoridad y lo desvincularon de Prefectura.

El parte oficial del Ministerio de Seguridad de la provincia sobre lo ocurrido aquel viernes por la madrugada señala que Sebastián y Mario llegaron juntos a la comisaría “y comenzaron a patear la puerta y a agredir físicamente a los efectivos que se encontraban en la seccional, resultando lesionados dos de ellos”.