Clara García, la precandidata a senadora nacional del Frente Amplio Progresista (FAP) de la lista “Adelante” estuvo en Mesa Política, el programa de Sergio Roulier en El Tres. Explicó las razones por las cuales, tras la muerte de su esposo Miguel Lifschitz, se puso en la cabeza de la lista. Criticó la gestión del gobernador Omar Perotti, se refirió a la grieta como “negocio de pocos” y le dio su voto de confianza al intendente Pablo Javkin a pesar de que no acompaña a su sector sino al oponente en las internas liderado por Rubén Giustiniani.

La contadora y ex concejala de Rosario, profundizó sobre los motivos que la alentaron a participar en la carrera legislativa nacional: “Soy parte de un espacio político que ha tenido un dolor tremendo. Miguel Lifschitz era el candidato natural del Frente Progresista y su ausencia nos llevó a todos a recomponernos, a obligarnos a todos a sacar fuerzas y el colectivo del Frente Amplio Progresista y el socialismo en especial nos pidió a Mónica Fein precandidata a diputada nacional que lleváramos adelante esta especie de antorcha para las juventudes”, comenzó.

Y sumó en ese sentido: “Tuve que sobreponerme a la pérdida de un ser querido como tanta otra gente, han sido momentos muy difíciles, de gente muy afligida y me siento parte de eso. Pudimos, en el dolor, sacar la energía, que ese legado de 30 años no podía perderse, transparente, pensando en la gente, con muy buenos resultados y con la sensación en la calle de que la gente te respeta. Ese Hermes y Miguel que andaban por la calle, iban al super y manejaban el auto, y que al mismo tiempo en el gobierno se animaban a transformar. Dijimos que eso no puede perderse”.

En relación a la interna dentro del FAP que la enfrenta con Rubén Giustiniani, manifestó: “Es un juego de la democracia, que es correcto jugarlo con respeto. Hubo quien pensó que era más importante anticipar liderazgos, nosotros entendimos que con seriedad había que mirar el día después. Si bien son elecciones legislativas pesa más la capacidad de gestión sobe todo porque tenemos un gobierno que no solo hizo poco en este tiempo, sino que al estar de candidatos el gobernador y la vicegobernadora y además enfrentados, esa decisión anticipó los tiempos políticos y creo que 2021 mira muy de cerca al 2023”.

Consultada sobre su mirada del gobierno santafesino en funciones, expresó: “Soy muy crítica de la gestión de (Omar) Perotti y en especial lo que ha hecho con nuestra ciudad. Perotti le soltó la mano a Rosario. No viene, maneja a control remoto temas gravísimos, el más duro, haber hecho un slogan que pensó ser un contrato social como paz y orden, lo dejó de lado porque no tuvo ni la escala, ni el equipo para llevarlo a cabo, no entiende a esta ciudad tan grande y tan pujante, que a los políticos nos pone la vara tan alta. Creo que esto le quedó grande”.

En cuanto a la “herencia socialista” a la que apeló el gobierno actual desde que asumió Perotti en 2019, expuso: “Es una frase hecha. Lo de los números, lo han asesorado mal o no entiende muy mal los números, cosa que me extraña por su profesión. No había provincia en Argentina con números más sanos como los nuestros. No sé por qué armó ese relato que no es cierto. Se dedicó a juntar dinero, tiene fondos ociosos en vez de estar productivos. Y con relación a la inseguridad, vino con una frase que tuvo gancho porque es un tema muy sentido, pero se dedicó a pulverizar todo lo bueno que veníamos haciendo y no hizo nada nuevo. Hoy la expectativa es cero”.

¿Qué hay de la responsabilidad en el tema del socialismo que gobernó la provincia? A este interrogante, la diputada provincial reconoció: “Siempre hemos asumido la responsabilidad, pero esto te demuestra que el delito es muy complejo, y que no lo puede hacer un gobierno solo. Me emociona porque es un tema que más humanamente lo sufrimos, y le pusimos el pecho. No se puede manejar sin sentar en una mesa a la Justicia, al MPA (Ministerio Público de la Acusación), la Legislatura, las fuerzas vivas. Rosario no es para manejar sin venir. Yo no le echo la culpa a Perotti de la inseguridad, pero sí le echo la culpa de que nos dijo una frase bonita y atrás de eso no tenía nada”.

También se refirió a las fotos que trascendieron del presidente Alberto Fernández y Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, en fiestas desarrolladas en medio de la cuarentena, opinó: “Es grave desde lo humano, y en la figura del presidente me parece más porque es un decreto que había dictado él, que lo haya negado y le haya echado la culpa a su mujer. No tuvo una frase de perdón sincero, porque ¿quién no ha hecho algo mal?”.

Por otra parte, García consideró que “hay espacio para una opción que no sean los extremos de la grieta que es un negocio para pocos”. Y ahondó en relación al FAP “Nuestra postura no solo es moderada en las formas, sino que es la que gobernó en favor de Santa Fe. Cristina nos sacó la coparticipación, ni ella, ni Macri ni Alberto devolvieron lo que se habían llevado. Las decisiones que toman en despachos porteños son en contra nuestra”.

Por último, en relación a la intendencia de Pablo Javkin, calificó: “Es muy buena pero ha sido teñida por la pandemia”, dijo. “El intendente transpira política y cercanía a la gente, pero sin dudas hay cosas para mejorar. Pero el momento es muy duro y le ponemos nuestro voto de confianza”, remarcó y apostó a la unidad del espacio: “El camino nos va a volver a encontrar el 12 de septiembre. Cuando Pablo hizo la interna con Vero Irízar, todos nosotros nos calzamos las zapatillas para caminar todo Rosario para que los votos fueran para él. Esperemos que esta vez el camino sea para “adelante””, terminó con una sonrisa cargada de ironía.