El senador provincial Armando Traferri negó la acusación del ex fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien lo señaló como el organizador de una estructura política y judicial de cobertura al juego clandestino. Expresó que responde a "una maniobra política nítida" que adjudicó al ministro de Seguridad Marcelo Sain, aunque reconoció varias reuniones y llamados telefónicos con el ex funcionario judicial detenido. El gobernador Omar Perotti prometió: "Voy a ir hasta el hueso".

En el escrito que Traferri presenta este miércoles ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA), que investiga la causa, acusa al ministro Sain de llevar adelante una “campaña de desprestigio” contra el dirigente peronista pero también contra el Senado y la Fiscalía.

"Aquí hay una maniobra política nítida, la política se ha mudado al escenario del Poder Judicial y al MPA”, señala el escrito de once páginas destinado a los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, según informó la periodista Ivana Fux en Radiópolis (Radio 2).

Según la defensa de Traferri, a cargo del abogado José Luis Vázquez, hay una “actuación desaforada” “falsa y ofensiva moralmente” de Sain, a quien además acusan de “guionar” a Ponce Asahad. Añade que la figura de la vicegobernador Alejandra Rodenas está puesta en la declaración de Ponce Asahad “para complicar a Traferri”.

La descarga del hombre fuerte de San Lorenzo califica de “comediante” al ex fiscal que confesó haber cobrado coimas del juego clandestino y una ponencia “carnavalesca” que “pasa de las milanesas y las macumbas”, en relación a los tramos en donde habla de magia negra.

Pese a todo eso, el legislador provincial reconoce en su escrito “un encuentro casual” con Ponce Asahad en donde éste le pidió su número celular. También dice haber mantenido una reunión en uno de los puntos descriptos por el ex fiscal pero “solo hablaron de temas institucionales”. Declara que Ponce Asahad lo llamaba muchas veces y le mandaba mensajes para pedirle favores o invitarlo a actos partidarios o tomar mate.

Perotti y la agenda del caso

 

Por su parte, el gobernador Omar Perotti se refirió al escándalo judicial y político y afirmó: “Todos deben sentirse con la libertad de investigar a quien deban investigar. Es la única manera de que se acabe la impunidad. Que le toque a quien le toque. Ahora tal vez entiendan el sentido del discurso que expresé al asumir en diciembre del año pasado. Duermo tranquilo. Santa Fe tiene una historia de calidad institucional que merece recuperarse”.

“Esto no es una interna del Justicialismo. Es corrupción versus decencia. Sé que para lograr seguridad hay que cortar los vínculos con el delito. Esto será una divisoria de aguas brava y dura, entre propios y extraños. No vine para que las cosas queden igual. Voy hasta el hueso”, dijo Perotti a la periodista Herminia Grande en Infobae.

Además del escrito de Traferri, hay otras novedades en carpeta este miércoles: el presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz, convocó a una reunión de labor parlamentaria para analizar la situación. En principio, el ex gobernador entregará una copia de las acusaciones a los jefes de los distintos bloques.

En paralelo, el bloque de los senadores del PJ (no todo el cuerpo) se encontrará desde las 19.30. Si bien el escándalo será el tema central, se trata de reuniones habituales que los legisladores realizan todos los miércoles.

También durante la jornada está programada la declaración de Darío Scataglini, ex diputado y ex asesor del presidente del Partido Justicialista de Santa Fe en la Cámara de Diputados. Fue apartado de ese cargo tras conocerse una grabación que lo compromete y forma parte de la causa. Se trata de un llamado hacia el capitalista del juego clandestino arrepentido, Leonardo Peiti, en donde dice que Traferri quiere hablar con él.