Ya como presidente electo, Alberto Fernández agradeció a los argentinos que dispusieron “un nuevo orden, una nueva lógica”, y lanzó: “Lo único que nos preocupa es que los argentinos dejen de sufrir”. El búnker del Frente de Todos estaba colmado y afuera había una fiesta multitudinaria que amenazaba con estirarse.

Acompañado por Cristina Kirchner, que lo antecedió en el uso de la palabra, el futuro jefe del Estado confirmó que este lunes irá a la Casa Rosada a reunirse con Mauricio Macri, y le advirtió: “Hasta el 10 de diciembre el presidente es él”.

Fernández dijo que se vienen que lo que viene “no es fácil” y sostuvo que su objetivo es “hacer todo lo posible para que las persianas de las fábricas vuelvan a levantarse”.

En ese marco, pidió al actual gobierno que el “compromiso de diálogo que nunca tuvieron ahora lo ejerzan” porque “la Argentina que viene necesita del compromiso de todos y del esfuerzo de todos”.