La evolución de las necesidades sociales hace que la decisión de llevar adelante un embarazo sea postergada. Si bien la ciencia y la medicina tienen herramientas para lograr este cometido, el denominado “reloj biológico” determina cuestiones a tener en cuenta para un resultado eficiente.

Desde el Centro Médico Proar de Rosario, con 28 años de trayectoria en la temática, el director Dr. Carlos Morente, médico especialista en medicina reproductiva, le detalló a Rosario3: “Hace tiempo venimos viendo que, por una evolución social, las mujeres piensan en su posibilidad reproductiva en forma más tardía. Esto significa que la pregunta o necesidad se instale luego de los 35 años con alta frecuencia”.

Congelar óvulos: una respuesta a la oposición entre biocronología y demanda social

Los propios proyectos de vida, incluyendo el desarrollo profesional, hacen que cada vez se postergue más la posibilidad de pensarse en un proceso de gestación. Es así que la posibilidad de congelar óvulos, o criopreservación de óvulos, se vuelve una de las consultas más frecuentes en medicina reproductiva.

“Es una temática de la cual continuamos aprendiendo tanto pacientes como cuerpo médico. En un comienzo, quienes más venían a consultar por la posibilidad del congelar óvulos eran mujeres de 37 a 40 años. Supimos asistir dichas consultas, pero con el tiempo nos dimos cuenta que ya son edades en donde hay mayor incertidumbre sobre la posibilidad de recuperar esos óvulos congelados con utilidad reproductiva”, detalló el Dr. Morente.

Y añadió: “La disminución progresiva en cantidad y calidad de óvulos después de los 35 años hace que nos detengamos a pensar en la posibilidad de la criopreservación antes, aunque los óvulos se utilicen mucho tiempo después”.

La incidencia del “reloj biológico”

En relación al mismo, el Dr. Morente explicó que, si bien “todo el estándar de vida mejoró, el reloj biológico no se modificó”. Y profundizó: “En la medida en que va progresando la mujer en su edad, desde los 35 años, existe una mayor dificultad en la eficiencia para poder lograr un embarazo por la disminución tanto en la cantidad como en la calidad de óvulos que se generan”. 

Los óvulos nacen con la mujer y son utilizados durante su vida reproductiva. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, se reciben distintas influencias del medioambiente, contaminantes radiantes, tóxicos ingeridos o respirados, y todo ello junto a la edad genera que la calidad de ovocitos disminuya.

“Esto es algo que fuimos aprendiendo desde la medicina. Si bien no hay un test a nivel mundial que permita evaluar la calidad de los óvulos de una mujer en cada momento, sí podemos inferirla por medio de otras condiciones: enfermedades, cirugías previas, infecciones, estilo de vida, cuidados, hábitos, tendencias, que generarán una influencia directa con esta situación. Es así que, luego de los 35 años, en general, la aptitud reproductiva de cada mujer disminuye”, subrayó el profesional.

Cuándo hacer la criopreservación de óvulo

Podemos comparar esta situación con la de querer hacer un deporte competitivo. ¿Cuál será mi mejor momento para comenzar? Cuando estoy en plenitud. Por ejemplo, si quiero jugar tenis en Wimbledon, debo empezar a practicar a los 10 años. Si comienzo a los 25 seguramente lo disfrute pero no llegaré a ese tipo de competencia. Con la reproducción sucede algo similar. ¿Cuál es el mejor momento para pensar en resguardar óvulos? Cuando esté en la plenitud reproductiva, es decir, a partir de los 27 o 28 años, siendo los 30 años la edad ideal”, ejemplificó el especialista.

Esto se debe a la mejor respuesta del ovario en torno al número y calidad de óvulos, lo cual garantizará mayor eficiencia médica frente a la solicitud social. “Sucede que hoy una chica de 26 años suele mirar extrañada si se le sugiere realizar este procedimiento”, resaltó.

Quien decida hacerlo en una edad más tardía, puede intentarlo con una variedad de posibilidades en torno al resultado. La incertidumbre, sin dudas, será mayor debido a su calidad y las distintas etapas que debe cumplir desde su descongelación hasta generar un embrión capaz de implantarse en la cavidad uterina.

De qué se trata el procedimiento de la criopreservación y descongelación posterior

El Dr. Morente explicitó cuál es el procedimiento posterior a la criopreservación una vez que los óvulos deciden ser descongelados para su uso: “Primero se da el descongelamiento. Luego de ello, se inyecta un espermatozoide en su interior y se controla que haya fertilizado, que se hayan unido,  se los mantiene luego en cultivo entre 3 a 5 días en laboratorio y, de esa forma, se controla al embrión en su desarrollo inicial. Recién allí se realiza la transferencia al útero”. Cada etapa requiere de una gran eficiencia y si la célula ya perdió aptitud, el procedimiento puede no tener buenos resultados, debido a no desarrollar o no generar un embarazo.

Es por ello que, a modo de conclusión, el experto recomendó: “Sabemos hoy que el reloj biológico existe, es real, y va más rápido que otras áreas del bienestar en salud. Si queremos tener un resguardo reproductivo, el mismo se recomienda implementar cuando se está en plenitud, antes de los 35 años, aunque el óvulo se use varios años más tarde”. En reproducción humana debemos conocer, anticipar y resguardar de la manera más eficiente conocida hasta hoy.

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