Rosario3.com consultó a Jorge Libman, psicólogo, especialista en psicología psicodinámica, quien se acercaba de este modo a nuestro interrogante: “Sería bueno que así fuera. Como integrantes de la humanidad podríamos aprovechar esta oportunidad. No conocemos el origen del virus; lo que convierte a esta situación en extraña e incierta. Sabemos que virus y bacterias nos rodean desde siempre y hemos podido vivir en armonía con ellos; cada tanto nos acechan y esa armonía se pierde hasta que nos recobramos para encontrar un nuevo equilibrio".
"A mí me gustan las paradojas. Hoy pareciera que este virus nos deja al desnudo; nos muestra vulnerables por haber dejado de lado algunas prioridades -continuó diciendo el especialista- como ser todo lo que tenga que ver con la vida y los hábitos saludables ya que hemos caído en ciertos olvidos y en un afán destructivo. Hemos vistos incluso en países desarrollados que se descuidaron a los sistemas de salud por despreocupación en pos de otras prioridades como ser la eficiencia económica y el apego al mercado y al consumismo."
"Otro hecho a destacar es la destrucción constante del medio ambiente que afectó a la fauna y la flora de nuestro ecosistema. En cuanto a los vínculos humanos debemos reflexionar también sobre qué es lo que priorizamos; si consumimos desaprensivamente, y mantenemos relaciones superficiales y líquidas, sin compromiso y sin responsabilidad. Si el tiempo nos hace vivir apurados sin tener en cuenta la reflexión sobre nosotros mismos, sobre cómo nos vinculamos y qué carácter e intensidad imprimimos al vínculo humano: Cuánto nos acercamos al otro, cuánto lo respetamos. Preguntarnos sobre si estamos dispuestos a escucharlo, a comprenderlo. Y si somos solidarios con el otro", agregó.
Desde el punto de vista de Libman "estos son los temas que deberían integrar nuestras agendas de prioridades; las que deberían ser parte importante de nuestras vidas a partir de estas experiencias límites. Deberíamos empezar a ver la vida humana con mucha más amplitud; sabiendo que esta vida se ha hecho más compleja y necesita de nosotros el esfuerzo de ser abiertos y comprensivos para lo cual debemos aumentar nuestra amplitud mental para entender y conocer al otro, aceptando que existen realidades diversas y no perder de vista el aspecto singular del OTRO”, concluyó.



