Un reciente trabajo en el que participó un investigador de Conicet, marcó el descubrimiento de un mecanismo molecular por el que se induce a la reparación del tejido pulmonar que haya sido dañado por una infección respiratoria. Este hallazgo podría sentar las bases para desarrollar nuevos fármacos para su tratamiento.

Tejido pulmonar dañado por una infección

La gripe es una afección respiratoria aguda causada por el virus Influenza que, si bien suele ser leve y autolimitada, en ciertos grupos poblacionales vulnerables existe un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad severa y complicaciones asociadas a la infección.

La reciente investigación buscó dilucidar señales celulares que promuevan la regeneración del tejido pulmonar. En tal sentido, manipular dichas señales podría prevenir el deterioro de la función pulmonar producida por el envejecimiento y las infecciones respiratorias severas provocadas por virus como los de la gripe o el Covid-19.

El estudio

En esta línea de investigación se enmarca un estudio recientemente publicado en la revista Nature Communications, que describe cómo unas células del sistema inmune llamadas “macrófagos” promueven la regeneración del tejido pulmonar luego del daño causado por una infección viral aguda por Influenza. El estudio reveló el papel fundamental que cumple en este proceso de reparación la proteína Plet1.

Del estudio participó Maximiliano Ferrero, un investigador del Laboratorio Huésped de Corazón y Pulmón del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA, Conicet-MPSP) junto a colegas del Instituto Max Planck de Investigación en Corazón y Pulmón de Bad Nauheim y del Hospital Universitario de Giessen (ambos de Alemania).

De esta forma y estudiando los mecanismos que dan lugar a la regeneración del tejido pulmonar, se estima poder lograr su manipulación para que en las situaciones en que ese mecanismo falla o está deprimido se pueda hacer más rápido o eficiente. Esto podrá suceder cuando se hayan descripto todos los pasos de ese mecanismo y las distintas condiciones en las cuales se activa.

La publicación llevó alrededor de 10 años de trabajo, involucró a múltiples investigadores e investigadoras e implicó diversos tipos de experimentos. 

 

Fuente: Télam.