A través de un reciente estudio, se identificaron cambios en el ADN encontrados en la población asociados a un mayor riesgo del síndrome del intestino irritable (SII). Tras estudiar a 24.735 personas con esta afección y 77.149 sin síntomas, compararon sus perfiles de ADN e identificaron cuatro regiones genómicas en donde ciertos cambios son más comunes en los afectados.

En este aspecto, indicaron que estos genes están involucrados en importantes procesos fisiológicos como el control de la motilidad gastrointestinal, integridad de la mucosa intestinal y el ritmo circadiano.

“Si bien aún no podemos señalar concluyentemente genes individuales y mecanismos específicos”, refirieron los investigadores, “estos hallazgos ofrecen una nueva visión sobre la fisiopatología del SII y destacan posibles blancos terapéuticos, por lo que esperamos que investigaciones futuras se basen en estos descubrimientos”.

La investigación se llevó adelante por el equipo de Genética Gastrointestinal en CIC bioGUNE y la Libera Università Mediterranea (Italia). Los resultados se publicaron en Cellular and Molecular Gastroenterology and Hepatology.

Vínculo con el corazón

El equipo también analizó similitudes entre la genética predisponente al SII y la de otras enfermedades comunes: además de la superposición conocida con trastornos del ánimo y ansiedad hallada en estudios previos, identificaron un nuevo vínculo con varias condiciones y enfermedades del sistema cardiovascular, como hipertensión, enfermedad coronaria isquémica y angina de pecho.

En tal sentido, subrayaron que este "es el resultado más emocionante de nuestro estudio”. Y profundizaron: “La realización de que la composición genética subyacente al SII contribuye de manera similar a las enfermedades cardiovasculares muestra que algunos fármacos y enfoques terapéuticos utilizados para tratar cualquiera de las condiciones pueden de hecho encontrar su aplicabilidad para tratar ambas”.

El rol clave de la genética

Como resultado adicional de su investigación, el trabajo apunta a que la heredabilidad del SII (el peso de la genética en determinar el riesgo de enfermedad de una persona) es mucho más fuerte de lo reconocido previamente

Fuente: SINC.