La obligación de transformar la casa en una oficina, combinar la rutina familiar con la laboral y perder el vínculo directo con colegas, provocó un ajuste de la cotidianeidad que a los pocos meses debió ser modificada nuevamente. Esta doble adaptación que sufrieron la mayoría de los trabajadores fue tenida en cuenta por terapeutas ocupacionales.


“Pasar de estar viviendo una vida normal, entre comillas, a lo que se declara como pandemia, donde uno tuvo que transformar el formato de su vida a una instancia virtual y tener otros tipos de exigencias, provocó en el trabajador un proceso de adaptación constante”, señaló Mg. Candela Sánchez, directora de la Licenciatura en Terapia Ocupacional de la Universidad del Gran Rosario, y continuó: “Hoy, que ya está todo un poco más normalizado, volver a tener esa rutina que se perdió en 2020 también requiere un proceso de adaptación”.

Respecto al retorno a la rutina laboral sin las restricciones sanitarias, la especialista en Prevención de Riesgos Laborales comentó: “Hay quienes pudieron adaptarse de forma sumamente positiva, y la pandemia dejó mucho aprendizaje en cuanto al compromiso, responsabilidad y valores por lo que uno tiene; y hay gente que a ese proceso lo ha transformado de una manera negativa, en donde se ven cuestiones que tienen que ver con el desgano y la falta de motivación al volver”.

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo, publicado en enero de 2021, alertó sobre un aumento sustancial de los trabajadores que operan desde su domicilio en el marco de la pandemia de COVID-19 y atribuye la falta de reconocimiento de su existencia a que las tareas que desempeñan se insertan en la esfera privada y en el rubro informal, como ocurre con cerca del 90% de los casos en los países de renta baja o media.


Incluso en las profesiones que requieren un mayor grado de calificación, la remuneración es menor que la de otras personas que realizan labores equivalentes en un sitio oficial de trabajo. En este renglón cita los ejemplos del Reino Unido, donde el pago a estas personas es un 13% menor; Estados Unidos, un 22%; Sudáfrica, un 25%; y Argentina, India y México, hasta un 50%.


Antes de la pandemia, la OIT estimó que había 260 millones de teletrabajadores, es decir, representaban el 7,9% del empleo a nivel global. En los primeros meses de 2020, uno de cada cinco trabajadores hizo su labor desde la casa.


“Todo lo que pasó nos deja un aprendizaje en el ámbito laboral y nos hace replantear un montón de cuestiones que pueden ser positivas y negativas para seguir re trabajándolas”, afirmó la Docente del “Seminario de actualización en Salud Ocupacional: Rol del Terapeuta Ocupacional en Empresas y Aseguradoras de Riesgo de Trabajo. Ergonomía y Recalificación Profesional” de la UGR.


Por último, Candela reflexionó sobre la tarea de los terapeutas ocupacionales durante la pandemia: “En el área laboral, donde se aborda todo lo que tiene que ver con Salud Ocupacional, Ergonomía y Recalificación Profesional; nos enfrentamos a nuevos desafíos como también a problemáticas a resolver”.

 

“El desafío mayor fue el proceso de adaptar esas intervenciones a otra modalidad, el trabajo se continuó haciendo y la gente terminó llegando y se siguieron apuntando a promover la salud ocupacional desde el lugar disciplinar que tenemos”.


El “Seminario de actualización en Salud Ocupacional: Rol del Terapeuta Ocupacional en Empresas y Aseguradoras de Riesgo de Trabajo. Ergonomía y Recalificación Profesional” de la UGR está destinado a estudiantes y graduados/as de la Licenciatura de Terapia Ocupacional y tendrá contenidos teóricos que se profundizará en cuestiones prácticas.


Los antecedentes de la pandemia


La interrupción de la vida cotidiana que provocó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), que estableció el Gobierno nacional por la pandemia del coronavirus, encuentra en la historia argentina algunos antecedentes similares.


La licenciada en Terapia Ocupacional, Berenise Carroli, junto a un grupo de colegas, investigó sobre otros acontecimientos sanitarios del pasado reciente que hayan modificado la rutina de la sociedad. El resultado de este trabajo fue incluido en el libro “Terapia Ocupacional y Covid-19.

Nuestra práctica profesional a partir del aislamiento social, preventivo y obligatorio; publicado este año por la Asociación de Argentina de Terapia Ocupacional (AATO).


“El libro es el resultado de una convocatoria que hizo la AATO cuando comenzó el ASPO en marzo de 2020. Se hizo una primera reunión en donde nos preguntaron a cada uno de nosotros qué temática nos interesaba pensar y reflexionar, así se crearon los grupos de trabajo”, recordó Berenise.

La docente de la Universidad del Gran Rosario participó de los escritos que abordan el posicionamiento de la AATO sobre el teletrabajo y el impacto del ASPO en las rutinas de las personas. Sobre esta última temática, la licenciada comentó: “Empezamos a historizar sobre la epidemia de la polio, el HIV, la gripe A y la inundación en Santa Fe”.

“La epidemia de la poliomielitis, que fue en 1956, afectó principalmente a los niños, por lo tanto las familias se alejaban de la ciudad y se iban al campo para evitar el contagio y la mortalidad infantil”, señaló Carroli, y continuó: “A partir de este suceso, desde el gobierno se ve la necesidad de formar terapistas ocupacionales y se convocan a profesionales de Inglaterra para dar capacitaciones en Argentina. Así que ese hecho fue muy importante para nuestra profesión”.


“También en el siglo XX se puede observar el contagio de VIH, que fue un gran problema para la Salud Pública mundial. En este caso, cambiaron varios hábitos en las personas, sobre todo con el uso de preservativos y el uso de descartables cuando se aplicaban inyecciones”, indicó la docente.

En el capítulo “Rutinas y pandemia. Reflexiones desde Terapia Ocupacional sobre el impacto del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO)”, también se menciona la epidemia de la Gripe A H1N1, no tanto por su impacto en la rutina mundial sino por los cambios de hábitos que se establecieron y se mantienen desde entonces (como el lavado de manos y utilización de alcohol en gel).

“Otro antecedente que no quisimos descartar fueron las catástrofes hídricas que sufrió el litoral argentino, principalmente la ciudad de Santa Fe en el año 2003 y 2007, porque irrumpieron la vida de muchas personas, provocando cambio en sus rutinas, las ocupaciones, los roles y los lugares de vivienda”, apuntó la licenciada en Terapia Ocupacional.

Por último, la docente de la UGR remarcó que, en comparación a otros sucesos de la historia argentina, el ASPO tuvo un impacto mayor sobre la vida cotidiana porque “afectó a todo el país durante un tiempo muy prolongado, en el cual se vivió con mucha incertidumbre”. “Es muy difícil de dimensionar porque hay que ponerse en el lugar de cada persona para entender lo que cada una vivió”, concluyó.

 

Fuente: Universidad del Gran Rosario (UGR)