La hamburguesa es, hoy por hoy, lo que fueron el parripollo en los noventa o el delivery de sushi en los dos mil: una plaga. Y lo que todos nos preguntamos es: ¿de dónde salió este repentino furor y hasta cuándo estará entre nosotros?

La tendencia de las hamburguesas gourmet ha estado en marcha desde hace ya algún tiempo. Pero no a todos los países ha llegado con la misma rapidez, y en algunos recién empieza a sentirse.

 

La nueva hamburguesa anuncia en pizarras, carteles luminosos y menús un sinfín de combinaciones con medallones de carne “premium” que varían entre los 170 y los 200 gramos, en general bien cocidos y con panes que pueden acompañar tan bien como mal, dependiendo del lugar, al resto de los componentes.

 

Hamburguesas de lujo

Es claro que, todavía, las grandes empresas del fast food dominan la escena: Mc Donald's con 220 tiendas en todo el país y casi 3000 millones de facturación anual, seguida de cerca por Burger King y de lejos por Wendy's. Pero la flamante camada de hamburgueserías que ofrecen combos de calidad superadora está ganando terreno a pasos agigantados.

 

El fácil acceso al plato y su rentabilidad son dos elementos fundamentales para buscar la razón de su boom.

 

¿Qué esperan los clientes de su hamburguesa gourmet?

 

En general, la mayoría de los clientes esperan que la carne de sus hamburguesas gourmet sea libre de hormonas, sin antibióticos, de ganado criado naturalmente en un entorno local y alimentado con pasto, y que los vegetales que se sirvan sean orgánicos.

Y mientras muchas personas están cambiando sus hábitos a la hora de salir a comer y animándose a probar estas nuevas hamburguesas gourmet, la mayoría coincide en que los estándares de calidad deben ser elevados: carne de calidad, vegetales frescos y combinaciones innovadoras

 

Para todos los gustos

 

Al ver esta actividad, todo tipo de negocios gastronómicos se están sumando a la tendencia, y ahora no sólo podés conseguir hamburguesas gourmet en las grandes cadenas de comida rápida, sino también en pequeños restaurantes informales y hasta restaurantes de lujo, que quieren captar a estos clientes que buscan la novedad.

Algunas de las hamburguesas que podés encontrar en la categoría gourmet incluyen: hamburguesas de pescado con chutney de coco y cebollas en escabeche; hamburguesa de res servida en focaccia de romero con alioli y encurtidos; hamburguesa con salsa de vino tinto barbacoa, tocino, queso cheddar añejado y anillos de chalota.

Todas combinaciones extremadamente originales y fuera de la ruta de la clásica hamburguesa con queso.

 

¿Cuál fue la primera de todas?

 

La locura por el exponente más clásico del fast food encuentra sus raíces en los años 50 en pleno Manhattan: la aparición de la primera hamburguesa gourmet se atribuye al restaurante 21 Club, que incorporó a su sofisticado menú un sándwich de medallón de carne cocinado en grasa de pato y condimentado con semillas de hinojo. A este curioso patty pionero lo sucedieron infinitas variantes, aunque la manifestación más sólida de la revolución de la hamburguesa se dio en dos frentes: por un lado, en los locales de alta y media gama como Burger Joint, dentro del exclusivo hotel Le Parker Meridien y, por otro, en el plano de las grandes cadenas. Luego llegaron nombres como Shake Shack, el actual gigante de la hamburguesa estadounidense, que se jacta de usar ingredientes naturales, libres de hormonas y antibióticos a escala masiva, invención del reconocido restaurateur Danny Meyer en 2004.

 

El panorama es tan estimulante como desolador: los carnívoros pueden optar entre una amplísima oferta como nunca antes, con hasta una docena de propuestas en un radio de cinco cuadras; pero la tarea de distinguir lo bueno de lo malo, lo rico de lo feo, nunca fue así de difícil.