La manicuría japonesa llegó para marcar una tendencia natural y brindar el descanso necesario que las uñas necesitan entre esmalte y esmalte. Esta clásica y ancestral técnica tiene como principio básico lograr uñas hidratadas, nutridas y, por supuesto, naturales para brindar un aspecto saludable.
Manicuría japonesa
Es una técnica de reparación que suele recomendarse, sobre todo, en momentos en que las uñas se ven más agrietadas o descamadas, evitando que más esmalte o técnicas de esmaltado las sigan dañando y debilitando.
De hecho, también sucede que la exposición de las uñas a temperaturas muy cálidas y con mucho sol (o en invierno con el frío), condiciona la salud de esta zona del cuerpo.
Cómo hacerla
Luego de limar las uñas y retirar cutículas, se realiza un masaje con aceite hidratante para, posteriormente, pulir con gamuza. De esta forma se logra suavizar y limpiar buscando el brillo natural de las uñas sin tener que esmaltarlas.
Algunos centros utilizan otros productos para lograr resultados más completos, aunque son más onerosos. Expertas y expertos coinciden en que lo mejor es acercarse a un centro especializado para lograr resultados más duraderos.
Por otra parte y como consejo, siguiendo esta técnica ancestral, se recomienda dejar descansar las uñas al menos 24 horas entre esmaltado y esmaltado.