Comenzaron a trascender algunos puntos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional al que se refirió el presidente Alberto Fernández, el domingo último, luego del cierre de las elecciones legislativas.

Se trata del repago de los u$s 44.000 millones prestados durante la gestión anterior que deberá tener, como requisito planteado por el FMI, un “amplio apoyo político y social”.

Este martes, el jefe de gabinete, Juan Manzur, recibió al ministro de Economía, Martín Guzmán, para interiorizarse sobre el "Programa Plurianual para el Desarrollo Sustentable", y de allí en más comenzar a generar los consensos políticos y entre la dirigencia social para responder al planteo de Washington.

El Programa fijará metas de reducción del déficit fiscal que estarán lejos de ser un fuerte ajuste en el gasto del Estado, pero requerirá sin embargo esfuerzos de varios sectores.

El proyecto en el que trabaja el Palacio de Hacienda será la garantía de que el Estado argentino dará al FMI de comprometerse a mediano plazo en una reducción del déficit, una normalización del mercado cambiario y una reforma en cuotas del sistema tributario.

Lograda la aprobación del Congreso de este programa gradualista, que se debatirá junto con otro proyecto de Presupuesto 2022, la Casa Rosada espera arribar en pocas semanas a un nuevo programa con el Fondo, que será refrendado luego en el parlamento. Según los cálculos del presidente Alberto Fernández, todo podría estar sellado en febrero o marzo del año próximo.

En términos políticos, el Gobierno definió que los consensos necesarios para aprobar con un buen número de apoyo de las fuerzas políticas el Programa Pluarianual que garantizará metas cumplibles al Fondo se discutirá en el Congreso, donde la tarea estará encabezada por el presidente de la cámara baja, Sergio Massa, y el presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner. 

En el Gobierno manejan un alto grado de optimismo y entienden que el FMI, en esta etapa, no exigiría reformas en lo laboral ni en lo previsional, aunque sí plantea que se desvanezcan las restricciones de acceso al mercado cambiario.

La discusión técnica del acuerdo pasa por definir además, cuánto se reducirá el déficit fiscal año a año. Según dijeron al sindicalismo, ese recorte será menor a un punto, y requerirá una "armonización" y la desaparición de subsidios innecesarios, por ejemplo, en el mercado energético, con la consecuente segmentación de tarifas.

Entretanto, se espera que el Consejo Económico y Social (CES), a las órdenes del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, logre un compromiso de las principales cámaras empresarias y del sindicalismo para hacer un pronunciamiento de apoyo al acuerdo político que se logre en el Congreso.

El jefe de gabinete, Manzur y el Presidente comenzaron a encolumnar a las diferentes voces detrás de su plan. Mientras el primero recibió a intendentes de la tercera sección electoral bonaerense, el jefe de Estado se reunió con el jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, para comenzar a propagar, en las filas del oficialismo, un mismo mensaje.

En un tono partidario, pero con la misma finalidad, Fernández buscará este miércoles alinear a las diferentes vertientes durante el acto que lo tendrá como único orador de la movilización por el Día de la Militancia.