La automotriz General Motors inició este martes su segunda semana consecutiva de parálisis en la producción fabril de su planta del Gran Rosario por falta de componentes importados.

"General Motors Argentina informa que continúa trabajando para recomponer la cadena de suministro de varios de los proveedores que han suspendido el envío de piezas con motivo de la falta de pagos al exterior", informó la empresa ante la consulta de Rosario3.

"GM reitera su compromiso de reanudar sus operaciones en su planta de Rosario a la mayor brevedad posible", agregó sin poder precisar o adelantar una fecha de vuelta a las operaciones en su complejo de la localidad de Alvear.

En rigor, la industria automotriz había logrado un convenio con el gobierno nacional para disponer con un cierto fluido de las importaciones que necesita, pero esa acuerdo -de trabajoso cumplimiento- no logró extenderse a los proveedores de autocomponentes.

En el caso de General Motors, el problema lo tienen los autopartistas que no pueden entregar las piezas comprometidas por falta de insumo importados.

La industria, en fuerte caída

Las complicaciones para importar -la otra cara de la falta de dólares que dispone el Banco Central- tiene a mal traer a toda la industria y, junto con la sequía y la distorsión cambiaria, explica porque la producción fabril empezó a mediados de este año a bajar luego de una muy buena performance en el 2022.

Por ejemplo, ayer la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe) informó que la producción de la industria manufacturera en Santa Fe registró en agosto de 2023 una nueva y pronunciada caída de 9,4% interanual, acumulando en el período enero-agosto una disminución de 6,9% en relación al año pasado.

"Desde fines de 2022, y con anticipación a lo evidenciado solo en los últimos tres meses a escala nacional, varias e importantes actividades agroindustriales santafesinas se encuentran impactadas de manera plena por los efectos de la severa sequía traccionando a la
baja la producción manufacturera provincial", sostiene el informe.

"Además, la persistencia de las dificultades derivadas de la escasez de divisas necesarias para el pago de operaciones de importación de partes y piezas ligadas al proceso productivo, junto a la aceleración de la inflación -especialmente tras la corrección cambiaria de mediados de agosto-, y sus secuelas sobre la demanda y los costos de producción, se encuentran obstaculizando la actividad industrial en nuestra provincia", alerta la central fabril.