Empresarios gastronómicos de Rosario anunciaron este miércoles por la mañana que dejarán de pagar impuestos y servicios por efecto de las nuevas restricciones a la actividad luego de un año imposibilitados de funcionar normalmente a raíz de la pandemia.

"En tanto no se destine al sector una ayuda económica efectiva, los bares y restaurantes de la ciudad no podrán pagar los tributos aplicados a la actividad", señaló un comunicado de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos.

Entre las cargas impositivas que el sector debe abonar y que se verán interrumpidas están las provinciales: Aguas, EPE, Litoral Gas, Impuesto Inmobiliario e Ingresos Brutos; municipales: TGI, DREI, y ETUR y nacionales: aporte del art. 931 (cargas sociales, obra social, art, seguros, entre otros), IVA y ganancias. 

La decisión se toma en medio de una crisis histórica de la actividad, la cual desde marzo del 2020 no ha trabajado con normalidad, estuvo continuamente restringida, siempre con capacidad reducida y horarios limitados.

"Son 14 meses de trabajo que sólo permiten afrontar deudas de forma parcia. y pago de sueldos. Los bares y restaurantes, en el mejor momento, han trabajado con el 50% de capacidad y hasta las 2 de la mañana, luego trabajaron con el 30% y con horarios de cierre que oscilaron entre las 19 . las 23, la mayor parte del tiempo alternando entre estos últimos dos", señalaron desde la entidad empresaria. 

"La limitación no es el único impedimento para la actividad, también lo es la falta de organización, de previsibilidad y de planeamiento que dejan a los gastronómicos sin posibilidad de prever la cantidad de materia prima que necesitarán, debido a que las medidas se anuncian sin anticipación", agregó la asociación. 

"Además, hay establecimientos que han reacondicionado espacios, modificado su infraestructura y adquirido equipos de calefacción que funcionen en lugares ventilados con el fin de cumplir con todo lo exigido por el protocolo y ser lugares seguros. No es posible trabajar sobre la incertidumbre constante", insistieron los gastronómicos.

El mensaje es contundente: el sector dice no estar en contra de las restricciones cuando estas sean necesarias para garantizar la salud de la población, pero deja en claro que no pueden continuar trabajando sin ayuda económica del Estado.

"No se pueden afrontar las mismas cargas impositivas de antes de la pandemia en la situación actual en la que nos encontramos luego de 14 meses de limitar el trabajo de bares y restaurantes. Desde marzo del 2020, la actividad gastronómica ha perdido 4.000 empleos. Sin ayuda, serán más", advirtió finalmente la Asociación Hotelera Gastronómica.