Todos los fines de año las discusiones por el reparto del presupuesto nacional concentran la atención de la dirigencia política y empresaria. La batalla por traer más fondos a la provincia ocupa espacios en la prensa y el oficialismo de turno festeja como un triunfo cada asignación para una obra. No obstante, como ya es bien sabido, gobierne quien gobierne en la Casa Rosada, Santa Fe siempre queda en lote de las provincias que más aporta al Tesoro nacional, pero menos recibe a la hora de la confección del presupuesto nacional.

¿Pero qué pasa si en vez de analizar el Presupuesto aprobado para un año -que es, precisamente, una proyección del gasto a realizar- se contabiliza el dinero que realmente llegó en ese año en cuestión desde la administración nacional? ¿Qué resultado arroja para Santa Fe ver el gasto ejecutado más que el calculado? “El resultado para Santa Fe es aún peor”, sostiene Esteban Hernández, presidente de la Fundación Apertura, una entidad empresaria que se especializó en el análisis de los presupuestos públicos. “Si ya es poco lo que se presupuesta en Nación para Santa frente a otras provincias y frente a lo que ella aporta, el gasto realmente ejecutado es aún más inequitativo”, agrega.

“En Santa Fe estamos muy poco atentos a como se distribuye el gasto público Nacional entre cada provincia, y lo más grave, es que no revisamos la verdadera distribución que solo se puede observar en el ítem Cuenta de Inversión Anual del Estado Nacional. Y vemos que como es habitual nuestra provincia queda en los últimos lugares en la distribución de fondos federales. Esto pone en evidencia la falta de estrategia de nuestra dirigencia en el seguimiento de la asignación de fondos federales. Sobre todo, cuando aportamos más del 11% de la recaudación nacional y tenemos índices de pobreza e indigencia similares o superiores a la media nacional”, resalta.

Es importante destacar que, como los recursos coparticipables se consideran de propiedad de las provincias no forman parte del gasto del presupuesto nacional. Es decir que en la ley de Presupuesto no se informan ni los recursos estimados a coparticipar ni como se distribuyen estos fondos en cada provincia. Y por eso los anuncios que hace el oficialismo de turno resaltando que aumentó la coparticipación a la provincia es mero humo para la tribuna.

Sobre esa conclusión, el empresario cabalga sobre la idea de que la dirigencia política y empresaria debería prestar más atención en el gasto ejecutado que en el presupuesto proyectado para reclamar a la Nación por un reparto más equitativo.

Claro está que ponerse a analizar los gastos ejecutados conlleva una mayor complicación de recolección de datos y su análisis comparado, pero Hernández resalta que el Conejo Empresario Santafesino, del que su entidad es parte, se interesó sobre el tema. Y mientras termina de pulir los resultados del Presupuesto ejecutado en 2021 pone a disposición el ejecutado 2020 que, sostiene, en los aspectos conceptuales sus conclusiones siguen siendo válidas para el año en curso.

Los números del reparto

En efecto, en 2020 se estimó gastar en Santa fe el 0,55% del PBI (estimado a inicios del 2020 en la pre pandemia), mientras que para Buenos Aires se estimó el 3.0% y para Córdoba se presupuestó el 0.62% del PBI. La irrupción del Covid –con su secuela de redireccionamiento de gasto y derrumbe del PBI impactó en los cálculos- activó mayores envíos de fondos nacionales a las provincias, pero mientras que Santa Fe recibió efectivamente el 0.97% (de un PBI que era 9% menor al esperado) frente al 0.55% calculado, Buenos Aires saltó del 3.0% al 5.9% y Córdoba del 0.62% al 1.5% del PBI.

“Santa Fe contribuye con el 10,3% de los recursos previstos en el Presupuesto nacional, por lo que estimamos que el aporte de la provincia de Santa Fe al sostenimiento de los gastos nacionales fue de 616.128,31 millones de pesos. Pero nuestra provincia recibió del Estado Nacional 266.603 millones de pesos”, compara Hernández. “Nuestra provincia recibió del Estado Nacional 188.006 millones de pesos más por coparticipación y leyes especiales, que repetimos no se informa en la ley de presupuesto. Lo que totaliza para nuestra provincia 454.609 millones de pesos”, detalla. 

“La inequidad es mayor cuando sumamos el impacto de las regalías. Es que la reforma Constitucional de 1994 transfirió la propiedad de los recursos del subsuelo a las provincias (Art 124) las que cobran las regalías y se las quedan en sus cajas provinciales. Esto nos hizo perder fondos a las provincias que no tenemos recursos del subsuelo (antes las regalías la cobraban la Nación y se coparticipaban)”, sostiene el titular de la Fundación Apertura.

Y para mostrar cómo se agranda la brecha entre lo que Santa Fe aporte y lo que recibe también suma el impacto de las retenciones a las exportaciones agroindustriales. “En el caso de Santa Fe para el año 2020, se estima que esta exacción implico unos 2.250 millones de dólares que al cambio promedio estimamos en 300.000 millones de pesos. Por lo que, sumando los aportes de nuestra provincia, por PBI, y retenciones (616.128,31 millones más 300.000 millones) y restando los gastos y transferencias Desde el Estado Nacional (266.603 millones por gastos directos y 188.000 millones de coparticipación) nuestra provincia aporto 461.525,31 millones más de los que recibió”, enfatizó.

No todo es lo que parece

A principios de año, desde el oficialismo nacional y provincial salieron a distribuir en la prensa un informe que “Santa Fe es la sexta provincia que más inversión pública recibió de la Nación en 2021” basando la afirmación en datos de ejecución presupuestaria de las transferencias de capital realizadas a las provincias y municipios en ese periodo presupuestario. Esas transferencias no son solo para obras públicas, sino para la compra de rodados, inmuebles, compra de maquinaria y equipos. “Pero si llevamos ese gasto a gasto por habitante, este ranking cambia, Santa Fe pasa a ocupar el penúltimo lugar”, sostiene Hernández.

“Si se quiere analizar la inversión pública que realiza el gobierno nacional en las provincias, además de las transferencias de capital, hay que mirar la inversión directa”, agrega el empresario. “La provincia de Santa Fe ocupa el tercer lugar en esta distribución, y si la llevamos a gasto per cápita pasa a ocupar el decimoprimer lugar. Si consolidamos ambos gastos, y calculamos el gasto per cápita, la provincia de Santa Fe, pasa a ocupar el 5to lugar de abajo hacia arriba, es decir esta entre las ultimas 5”, resalta Hernández

Pobreza e indigencia

Ahora bien, y para ir cerrando, se podría introducir en el debate la cuestión no menor de que el Estado nacional concentra recursos para poder distribuir de acuerdo a las necesidades de la población de cada provincia, buscando la equidad y la igualdad de oportunidades para todos los habitantes de este país, más allá del lugar geográfico en el que se encuentre. ¿Pero es Santa Fe una provincia con pocos pobres e indigentes que justifique que reciba mucho menos de lo que aporta? Hernández recoge el guante y pone más números sobre la mesa.

“Si miramos los datos de pobreza e indigencia, a lo largo de varios años, se puede ver que al revés de lo que se piensa, nuestra provincia presenta indicadores crecientes de pobreza e indigencia. Además, se puede ver que, comparando con el promedio nacional, nuestra provincia en los últimos años muestra índices cercanos a la media y a veces supera la media nacional, tanto en pobreza como en indigencia”, resalta. Comparando, según datos del Indec, mientras que en 2018 el índice de pobreza a nivel nacional fue de 32% en el Gran Rosario fue del 31%; en el 2019 llegaron en ambos casos al 35% y en 2020 a nivel nacional fue del 42% contra el 38% del Gran Rosario.

“Del análisis de las series del INDEC, vemos que los indicadores de pobreza e indigencia en los grandes aglomerados de la provincia de Santa Fe, que concentran el 60% de la población de la provincia, no son muy diferentes a los totales nacionales. Es decir que nuestra provincia no difiere de las provincias denominadas pobres, en cuanto a la necesidad de recursos para llevar adelante políticas públicas que ayuden al desarrollo económico y social, para bajar los índices de pobreza e indigencia de su población”, compara el especialista.

Cambio de chip en la dirigencia

 “En el análisis de la Cuenta de inversión 2020 nuestra provincia queda en los peores lugares, no habiendo justificación para tamaña discriminación, que como dijimos es reiterada desde hace muchos años. Es de fundamental importancia que nuestros dirigentes sociales, empresarios y políticos tomen en cuenta esta realidad para poder articular acciones desde nuestra provincia y con la Región Centro para tratar de corregirlas”, resalta Hernández.

“Los datos oficiales muestran que hay una discriminación crónica hacia la provincia de Santa Fe desde el gobierno nacional. Es decir: viene desde hace mucho tiempo y por eso necesitamos como sociedad santafesina reconocerlo para generar acciones sobre nuestros representantes y el gobernador de turno para atemperar esta discriminación crónica”, concluye Hernández.