*Por Claudia Guardia

*BIO: Abogada, Magister en gestión de Empresas de Industrias Creativas y Cultura; Especialista en Derecho de Autor y Fintech, experta en Economía Creativa. Cofundadora de CGChain. Directora del Instituto de Políticas Socioculturales de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) partner en Argentina de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania (KAS).

En diálogo con este medio la Dra. Claudia Guardia destacó que la vinculación entre la inteligencia Artificial y la Economía Creativa ha cobrado un crecimiento exponencial en los últimos años, separándose de la relación obligada con la ciencia ficción como futuro inalcanzable.

La pregunta es: ¿serán reemplazados los creativos humanos por creativos artificiales?

Importantes medios periodísticos por los años 2017/2018, nos relataban noticias sobre los logros alcanzados por la inteligencia artificial al descubrir ella misma los principios del ajedrez que la llevaron a convertirse en el mejor jugador del mundo. Por otro lado, comienza a verse a los sistemas artificiales componer música, obras literarias, notas periodísticas, obras de arte, etc. Hoy es incuestionable que los robots crean elementos, pero ¿es posible en virtud de los requisitos de originalidad, y creatividad afirmar que una máquina puede ser autora desarrollando un proceso creativo? ¿quién será en ese caso el responsable de la infracción de los derechos de autor? esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué será lo que cambie con la intervención de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas? ¿cómo será la vinculación con el Derecho a medida que la Inteligencia Artificial se desarrolle?¿Podrá una obra creada absolutamente por Inteligencia Artificial sin intervención humana Inscribirse?

Las cuestiones derivadas de la inteligencia artificial han llevado a replantearse los pilares sobre los cuales se asienta la Propiedad Intelectual en el presente. A modo de ejemplo podemos mencionar algunos desarrollos de la IA que reflejan la necesidad de revisión de los marcos normativos, entre ellos LifeScore es una plataforma de música experimental adaptada a la IA, que toma fragmentos de composiciones musicales y las procesa mediante la IA patentada, instalada en los estudios Abbey Road en Londres, este sistema de IA crea bandas sonoras para obras audiovisuales, para producciones cinematográficas de ficción, obras de ficción, etc., que se adaptan a la obra cinematográfica y al público que escucha, en virtud de esto la obra musical compuesta se adecuará a las necesidades del oyente. Dentro del mundo de la pintura podemos nombrar a un sistema de IA, que utiliza la creatividad para desarrollar arte llamad.  , siendo que los resultados de las obras creadas por este Robot no se diferencian a primera vista de las obras creadas por humanos. Otro ejemplo es la obra Portrait of Edmond de Belamy (2018), creada mediante IA y vendida por Christie´s, en un precio récord de subasta de 432.500 dólares, la imagen en impresión de tinta tiene la firma de su autor (ROBOT) como, Min (G) max (D) Ex [log (D (x))] + Ez [log (1-D (G (z)))].

Estos temas están abriendo nuevas cuestiones en el presente hacia el futuro, si bien aún no existen consensos sobre los derechos morales y los derechos patrimoniales que podrían corresponder a la IA, uno de los problemas planteados son las consecuencias que generaría en el derecho civil que los Robots fueran considerados autores.

Al crear una obra la IA puede tener mayor o menor participación de los programadores y esto tiene una relación estricta con el grado de automatización, a mayor automatización menor participación humana. Hasta el presente en nuestro derecho y en el derecho continental europeo se protege a la IA a través del software dirigiendo dicha protección al autor humano o desarrollador.

Es necesario un debate aún mucho más profundo para encontrar respuestas dentro de los sistemas jurídicos de la Propiedad Intelectual, ya que desde un punto de vista mecánico o técnico es evidente que las máquinas utilizan la creatividad y la originalidad para producir elementos, en tanto la cuestión aun sin resolver es si el ordenamiento jurídico les dotará de personalidad jurídica y reconocerá sus derechos a partir de estas creaciones. A lo largo de la historia hemos tratado de asociar al arte con las emociones humanas, tanto desde el artista como desde quien disfruta del arte. Que sucederá cuando los Robots puedan crear obras en forma intencional y absolutamente independiente de los desarrolladores, y nos demos cuenta de que esa creatividad ha nacido de sus emociones o sentimientos para despertar en nosotros nuevas emociones.

Por último, la Dra. Guardia destaco en dialogo con este medio, que el derecho de Autor tiene una gran tarea por delante, ya que la IA sigue en un desarrollo permanente pasando de ser una herramienta a una entidad no humana creativa o generativa.