Importantes referentes del Consejo Agroindustrial Argentinos (CAI) se reunieron este jueves por la tarde con el ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, para ofrecerle una alternativa que permita destrabar el conflicto que se desató entre campo y gobierno por el cierre de las exportaciones de maíz hasta marzo. En concreto: se comprometieron a garantizar el abastecimiento interno a precios accesibles del maíz a ganaderos, tamberos y las industrias porcinas y avícolas a cambio de la reapertura de las exportaciones.

Las conversaciones técnicas están bien encaminadas, pero tras el encuentro no hubo anuncios concretos. Y si bien todo indica de que los habrá en las próximas horas, los productores agropecuarios (reunidos en la Mesa de Enlace) esperan no sólo palabras sino la reapertura de las exportaciones del maíz para levantar el paro comercial de tres días anunciado para el lunes.

El caso es que la marcha atrás de Agricultura, reabriendo exportaciones, tiene que presentar argumentos sólidos para no desautorizar al propio presidente Alberto Fernández, quien en las últimas horas le había puesto el pecho a la protesta de los chacareros indignados.

El gobierno tomó la medida de frenar las exportaciones del maíz de la cosecha 19/20 con el objetivo de bajar los precios de los alimentos, una medida que tiene pocos adeptos ya que en el pasado pisar el precio de los cereales no sirvió para frenar las subas de los alimentos, ya que en su estructura de costos pesan más otros gastos, como los impuestos internos.

Con todo, hay que resaltar que las exportaciones para el maíz de la cosecha 2020/2021, que llega al mercado hacia marzo, está totalmente abierto y los exportadores vienen declarando despachos a partir de marzo a razón de un millón de toneladas diarias en la última semana realizando compras anticipadas del grano todavía no cosechado (operaciones forward, en la jerga) con precios firmes en torno a los u$s200. La aclaración es pertinente ya que hay muchos sectores políticos opositores al gobierno que vienen agitando la consigna de que la exportación de maíz está cerrada, cuando en realidad lo que está cerrado es el saldo (pequeño) exportador de la cosecha que termina. Saldo que en su mayoría el productor ya lo vendió y entregó a los exportadores que todavía no lo despacharon o que pensaban venderlo a buen precio a tamberos, feedloteros, avícolas y porcinos. 

En esa linea, también el gobierno nacional aportó a la confusión, ya que este jueves el Ministerio de Agricultura, que el 30 de diciembre cerró las exportaciones de maíz por temor al desabastecimiento, publicó hoy que -en realidad- el año arrancó con más maíz sin vender que el que había a fin del año pasado. En efecto, cuando anunció la medida estimó que había sólo 4 millones de toneladas sin vender y ahora resultan que orillan las 10 millones, de una cosecha de 51 millones de toneladas.

Volviendo a la reunión de este jueves, el gobierno informó que  "el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación avanzó hoy en un entendimiento con los representantes del Consejo Agroindustrial, con el objetivo de garantizar el abastecimiento interno del maíz para los sectores nacionales que requieren del cereal como insumo para producir y sostener niveles de precios accesibles para las y los argentinos en todo el territorio nacional". 

De la reunión participaron, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, el presidente de CIARA-CEC, Gustavo Idigoras, el presidente de Maizar, Alberto Moreli y el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas. Precisamente, la presencia de Domenech, quien se entendió siempre muy bien con los gobiernos K, era fundamental ya que se trata de uno de los sectores (avícolas) compradores intensivos de maíz y a los que les beneficiaba el cierre de exportaciones para poder comprar el grano a precios más barato al no tener que competir por él con los traders cerealeros. 

“Se ha logrado poner los diversos intereses particulares en virtud de un bien mayor y primordial como es el bien común, compatibilizando los intereses privados con la necesidad del estado en garantizar los bienes esenciales a todos los argentinos, en el marco de la seguridad alimentaria”, expresó Basterra al destacar el entendimiento del sector como un avance que “nos coloca en condiciones distintas a la de semanas anteriores”.

Asimismo, el Ministro, que estuvo acompañado por le Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Echazarreta, y el Subsecretario de Coordinación Política, Ariel Martínez, destacó: “Es un importante avance que los sectores involucrados se comprometan a generar mecanismos que, en acuerdo entre privados, ayuden a desacoplar los precios internos del dinamismo de los precios internacionales, garantizando la mesa de los argentinos, la lucha contra la pobreza extrema generando trabajo local”. 

En concreto, el Consejo Agroindustrial presentó un acta de trabajo donde expresan el compromiso de trabajar sobre tres ejes centrales:

1) Garantizar el abastecimiento interno.

2) Mitigar efectos de cambios bruscos de precios internacionales que impactan en el consumo y promover facilidades en el acceso a la producción

3) Generar una comercialización fluida, considerando las necesidades de la demanda, el abastecimiento interno y los precios.

4) Crear una mesas de trabajo permanente del Maíz y Trigo que permita darle mayor previsibilidad a las necesidades de cada sector involucrado.

Luego de finalizado el encuentro las autoridades nacionales expresaron la satisfacción por los acuerdos alcanzados y manifestaron que realizarán una evaluación de los volúmenes informados para determinar si se anticipa la decisión de reabrir el registro para la exportación.