El economista Carlos Melconian, ex titular del Banco Nación, analizó este lunes el rol de Estados Unidos en la economía argentina y las recientes maniobras impulsadas por la administración de Donald Trump en el mercado cambiario local.
En diálogo con el programa Telenoche Rosario (El Tres), sostuvo que la participación norteamericana responde más a una situación de emergencia que a una estrategia de largo plazo y además trazó los posibles escenarios después de las elecciones del 26 de octubre.
—¿Qué mirada tiene de esta participación de Estados Unidos en la economía, de estas últimas intervenciones que ha tenido la administración de Donald Trump en las cuestiones económicas y financieras argentinas?
—Bueno, si tuviera que opinar con sentido común, en realidad no es un mirada crítica como dijiste en la introducción. Es que, si tiene que intervenir Estados Unidos vendiendo dólares para llevar tranquilidad en el tipo de cambio de acá al día domingo, –porque después empieza otra película–, no es que sea un espíritu crítico, es simplemente que, en un esquema de oferta y demanda, de piso y techo de una banda, algo habrá pasado para que tengan que venir los bomberos. Como decía yo sobre el doctor Bessent, es «colocarle tres stents al infartado». Pero, de nuevo: no es una mirada crítica. Es mirar los números.
Si el tipo de cambio tuviera el valor de equilibrio y el Banco Central tuviera reservas, aunque hubiera algún impacto político por la elección, tendría los recursos como para hacerlo sin necesidad de la intervención del Tesoro americano. Es eso: es sentido común y mirar los números, nada más.
—¿Por qué cree que hay tanto interés de Estados Unidos en tratar de sostener ese tipo de cambio, al menos hasta las elecciones? De hecho, el propio Trump ha condicionado la ayuda futura a los resultados de este próximo domingo.
—En cuanto al interés, estoy como vos: escucho y veo lo que han dicho tanto el presidente americano como su secretario del Tesoro. No soy un especialista en geopolítica, y tampoco ha quedado muy clara la idea de Argentina como “faro” de los Estados Unidos.
Ahora, si me decís desde el punto de vista del espíritu ideológico que embarga a los presidentes de Argentina y de Estados Unidos, muy probablemente haya cierta coincidencia. Es decir, lo máximo que te puedo responder es eso, porque no encuentro otros razonamientos geopolíticos.
Tampoco me queda muy claro qué significa eso de que el presidente Milei “se va a ocupar de que China abandone la Argentina”, que también es algo que ha trascendido por ahí.
El tema cambiario y la intervención tienen que ver con el hecho de que, si hay alguna cuestión de volatilidad referida a la contienda política, esto intenta contenerla dentro de las bandas.
Mi opinión profesional —fuera del tono político— es que hay volatilidad, temor, o incluso una definición del presidente americano en términos de que “si esta administración gana, continúa; y si no, no continúa”. Tengo la impresión de que, salvo resultados espectaculares en uno u otro sentido, el compromiso ya está hecho. Acá va a haber un campeonato en términos de la interpretación del resultado.
Y es una zona gris, rara, difícil de interpretar: quién ganó, quién perdió. Ya sabemos que el oficialismo va a tener más legisladores por un razonamiento obvio, pero no tenemos claro cómo se van a sumar peras con manzanas en una elección de término medio. Entonces va a haber distintas interpretaciones, y me da la impresión de que el “salvataje” este ya está lanzado.
Despues del 26 va a haber distintas interpretaciones y me da la impresión de que el salvataje este ya está lanzado
Lo más relevante —y diría entre relevante y urgente— es saber cómo va a continuar el régimen cambiario y el valor de oferta y demanda del dólar postelección, encarando 2026.
También, cómo va a ir funcionando el segundo anuncio ocurrido ayer, en términos de cuáles son los elementos que se van a utilizar en un aparente segundo crédito, para mantener el pago de los vencimientos de deuda de 2026.
Así que yo veo como una cuestión urgente la cambiaria; como una cuestión muy importante y relevante, la deuda; y como una cuestión casi imprescindible —que no hemos tocado hasta ahora— lo que la administración americana llamó “gobernabilidad”.
Creo que hay una distinción entre el comentario del presidente Milei —“aspiramos a llegar a un tercio”, por cuestiones de matemática parlamentaria— y la gobernabilidad, que es un concepto más amplio y superador al del tercio.



