Por primera vez en décadas, especialistas de primer nivel empezarán a analizar en detalle el estado estructural de los muelles del Puerto de Rosario y propondrán propuestas innovadoras de corto, mediano y largo plazo para mejorar la infraestructura. 

En efecto, el Ente Administrador de Puerto Rosario (Enapro) firmará este miércoles el contrato de inicio de trabajos con el estudio de ingeniería Larrague y Asociados, que tendrá 4 meses para analizar el estado de los muelles de las terminales I y II del puerto local.

El organismo eligió a la consultora especializada en ingeniería portauria entre cuatro ofertas que se presentaron. 

El estudio de ingeniería, con base en la ciudad de Buenos Aires, está conducido por Juan Alberto Larrague y tiene una amplia y muy bien reconocida trayectoria en el sector con clientes de la talla de Exolgan, APM Terminales, Terminal Zárate, Murchison, Terminales Río de la Plata, Puerto Bahía Blanca, Puerto Mar del Plata, Terminal Cuenta del Plata, Oxxean y APM Terminales, entre otras firmas líderes.

Larrague y Asociados tiene experiencia en trabajos como el que realizará en el puerto de Rosario encarados en otras terminales de contenedores y cargas generales, en terminales de graneles y en centros de logítica y transporte.

Además de ser la columna vertebral de un puerto, la magnitud de la inversión en los muelles es -en el caso de los puertos concesionados- la variable de negociación entre el concesionario y el concedente para la extensión de contratos de operación. Es que al tratarse de obras millonarias que se financian con créditos a largo plazo, el concesionario necesita operar más tiempo para amortizar los desembolsos. Y por eso al negociarse una inversión de esta magnitud se negocian también los años de operación.

La novedad es que por primera vez el Enapro tendrá estudios propios para sentarse a conversar con el concesionario sobre las inversiones necesarias, ya que las gestiones anteriores no disponían de informes propios y se debían guiar por las proyecciones y los cálculos que les presentaba el concesionario, en este caso la empresa Terminal Puerto Rosario (TPR) propiedad de Ultramar y Vicentín.

Cuando estos informes estén listos, los números los pondrá sobre la mesa el poder concedente y no el concesionario. No obstante, desde el Enapro no están apurados (ni tienen previsto) iniciar negociaciones de extensión de contratos con una empresa que tiene una concesión hasta 2032.

Además, esta puesta en valor de los viejos muelles franceses es el puntapié inicial del denominado Plan Estratégico 2050 que se propuso encarar el Enapro. 

Es por eso que el ente administrador también se apresta a definir la contratación de otro servicio de consultoría especializada para elaborar ese programa, que comprenderá temas relacionados tanto con la actividad portuaria (por ejemplo el desarollo de las áreas de reserva del sur del complejo) como de planeamiento urbano (como la Estación Fluvial y el proyecto de Port Center en el predio pegado a la ex Zona Franca de Bolivia). 

Para elaborar ese plan también se presentaron cuatro consultoras (dos nacionales y dos internacionales) y esperan que esté listo para fin de año. Con toda esa letra en la mano, el Enapro proyecta empezar el año que viene a encarar las inversiones (públicas, privadas y mixtas) de base para el desarrollo del complejo portuario.