La selección argentina festeja y los rosarinos son protagonistas de esta historia. Ángel Di María le dio el título con un golazo. Pero detrás de ese gol hay tantas lágrimas derramadas, tantas heridas que recién ahora empezarán a cicatrizar: “Todavía no puedo llorar, no caigo”, fue lo primero que dijo al terminar el partido.

Di María fue criticado duramente, se levantó y siguió peleando. Fideo se lesionó y se perdió un par de finales, se recuperó y volvió a intentar. Este sábado 10 de julio, se tomó revancha.

“Mucha gente nos decía que no volvamos, que ya estaba. Y hoy se rompió. Hoy se rompió la mala suerte”, dijo.

También habló del gol: “Antes del partido Rodri (De Paul) me había dicho que el lateral se dormía y me la tiró. Por suerte terminé como el partido con Nigeria en los Juegos olímpicos”

Di María también le dio otro título a la albiceleste, pocas veces valorado. Ese, de los Juegos de Beijing 2008. Una vaselina idéntica, pero ésta vez no ante Nigeria sino ante Brasil y en una final de Copa América en el Maracaná