Rosario Central perdió este miércoles por 3-1 ante Lanús en la Fortaleza granate, en el marco de la fecha 11 de la Copa de la Liga Profesional y quedó último en su zona. Los goles fueron de López, Valeri y Maxi González. Descontó Benítez para los auriazules.

El partido tuvo un inicio promisorio para el equipo de Somoza, que parecía dominar las acciones y tuvo un par de chances para abrir el marcador.

Sin embargo, ante el primer golpe el Canalla se desmoronó. Y ese primer golpe ocurrió en el minuto 28 del primer tiempo cuando José Manuel López abrió el marcador.

La diferencia era mínima, pero con el paso de los minutos anímicamente la distancia se fue estirando y el Canalla estuvo muy lejos de volver al partido ante un Lanús, que hasta allí no había demostrado nada.

Para el segundo tiempo, Leandro Somoza mandó a la cancha a Lucas Gamba por Montoya para darle un poco más de peso al ataque. De todos modos, los problemas parecían estar más en la cabeza que en los pies.

Por si fuera poco, a los 15 del complemento, Diego Valeri entró al área con absoluta soledad y puso el segundo tanto del partido. No había respuestas auriazules. El castillo se había desmoronado antes.

El tercero de Lanús llegó a diez minutos del final por intermedio de Maxi González que cabeceó solo dentro del área chica. Los tres goles fueron dentro del área menor, lo que ejemplifica el descalabro defensivo. 

El canalla había querido ofrecer un poco de amor propio con un disparo de Gamba que rebotó en Braghieri y dio en el palo y hasta Pupi Ferreyra había marcado un gol de cabeza, pero el árbitro decidió anularlo por una presunta falta ofensiva.

El descuento llegó en el minuto 86 y solo para decorar el marcador. Marcelo Benitez anotó el tanto auriazul para matizar una derrota que empezó a construirse desde el primer gol granate.

Así, el Canalla acumuló su sexto partido sin victorias. La última vez que lo hizo fue el 3 de marzo ante Central Córdoba en Santiago del Estero. Lo más preocupante en el conjunto de Arroyito es que el nuevo entrenador todavía no pudo tocar la fibra de la rebeldía que le permitirá salir de este angustioso último lugar.