Newell's cerró una semana para el olvido y perdió este lunes 2-1 contra Defensa y Justicia por la fecha 10 de la Liga Profesional. Nicolás Fernández y Mauricio Duarte pusieron en ventaja al Halcón, mientras que Juan Garro descontó en el final. Tras el golpazo en el clásico, la Lepra lleva cinco partidos sin victorias -tres empates y dos caídas- y se aleja de los primeros puestos.

Sanguinetti rompió la línea de cinco en el fondo y decidió volver al 4-3-3 de las primeras fechas para intentar volver a ganar después de cuatro partidos (tres empates y la caída en el clásico). Se vio a un Newell’s con mucha más posesión y determinado a jugar en campo rival, a diferencia de planteos anteriores en los que elegía esperar y contragolpear.

Fue superior a Defensa en la primera mitad y tuvo varias llegadas claras al arco de Ezequiel Unsain, pero una grosera falla defensiva a los 4 minutos le dejó servido el 1-0 a Nicolás Fernández: Cristian Lema salió a cortar lejos del arco y perdió, Armando Méndez tampoco pudo contener el desborde de Togni y, tras el centro, a Willer Ditta la pelota le pasó, increíblemente, por debajo de la suela

La Lepra sostuvo su dominio y contó con varias oportunidades para empatar en los primeros 45 minutos. Juan Manuel García tuvo la más clara con un cabezazo que sacó muy bien Unsain

Panchito González y Ramiro Sordo también estuvieron de cara al gol, pero uno definió débil y otro desviado. Hasta el colombiano Ditta, villano en ese lapso por el yerro en el gol rival, llegó al área dos veces y pudo igualarlo, aunque en la primera llegó con poco resto y en la otra cabeceó afuera. Los de Sanguinetti, hasta ahí, habían hecho todo el gasto y no merecían estar en desventaja

Si había esperanzas de revertir el resultado era porque Newell’s había jugado mejor que Defensa. Sin embargo, como en el primer tiempo, tuvo un comienzo de complemento fatídico y en el primer avance el Halcón se encontró con el segundo tanto: un remate de media distancia de Duarte se desvió en Ditta, esta vez con mucha mala fortuna, y descolocó a Herrera, que no pudo hacer nada. 

Tras el golpazo, Archu movió el banco y mandó a la cancha a Genaro Rossi, Juan Garro y Djorkaeff Reasco para tratar de arrinconar a Defensa contra su propio arco e ir en busca de la hazaña, aunque parecía difícil imaginar una reacción dentro de una noche negra que hasta ahí le había dado siempre la espalda. 

Dicho y hecho, lo que quedó de partido dejó en evidencia a un equipo apurado, sin ideas e incapaz de llevar peligro, salvo con los arranques por los costados que terminaban en centros a un área minada de futbolistas de Defensa. En el juego interno tampoco halló soluciones y terminó resignado. 

Sobre el final, de tanto ir e insistir, luego de una serie de rebotes Garro la empujó abajo del arco y marcó el descuento leproso para decorar el resultado.

Queda para el análisis cuánto influyó en la cabeza de los jugadores el doloroso tropezón contra Central y cuánto tuvo que ver en esta nueva caída, la segunda al hilo en el torneo, la curva descendente en el rendimiento colectivo e individual que se empezó a observar en las últimas fechas, en especial desde el segundo tiempo ante Patronato. 

La Lepra redondeó una actuación con altibajos y que muestra dos caras. Hizo méritos suficientes en la primera parte para no irse abajo, por eso cobra mucha relevancia el infantil error de Ditta, pero en el complemento fue otro equipo. Nadie le puede reprochar la actitud y la intención. Tampoco es discutible que no se le cayó una idea. Parece lejano aquel conjunto pragmático, vertical y efectivo del comienzo de la Liga

Resumen del partido