La futbolista española Jenni Hermoso habló de los episodios más repudiables que le tocó vivir en el último tiempo tras el beso sin consentimiento de Luis Rubiales en la consagración en el Mundial femenino. 

A partir de este hecho, el caso cobró relevancia internacional y la jugadora dejó de ser el centro de la atención por sus méritos deportivos, sino por el accionar del dirigente que, tiempo después, fue destituido de su cargo. "He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado", apuntó Hermoso.

Por primera vez desde la final de la Copa del Mundo, el pasado 20 de agosto, la jugadora del Pachuca se refirió al hecho en una entrevista para la revista "GQ" tras haber sido distinguida como "Mujer GQ del año" y denunció: "He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca".

Expresó que "contarlo una y otra vez" le estaba "haciendo mucho daño" pero continuaba hablando del tema para "soltar de alguna manera". "Sigo trabajando en ello con mi psicóloga. Para mí, la salud mental es tan importante como el entrenamiento diario, como las horas que tengo que dormir para salir al campo. Gracias a ella me siento fuerte y no estoy derrumbada o pensando en no querer jugar más al fútbol", reveló Hermoso sobre su presente luego de las amenazas y sobreexposición mediática que sufrió en los últimos meses.

En esta línea, destacó la lucha de las mujeres y aseguró que luego de todo lo vivido es "más consciente de lo que realmente significa la palabra feminismo".

"Nosotras, en el fútbol, hemos vivido en primera persona la lucha por la igualdad. Nos han llamado caprichosas. Siempre se ha dicho que queríamos cobrar igual que los chicos y no era verdad. Me da mucha rabia que digan que el fútbol femenino no genera tanto como el masculino. Obviamente, lo sabemos y nunca hemos pedido cobrar como ellos. Simplemente, queríamos lo más básico: tener un salario mínimo, que se nos respetara y se nos diera la oportunidad de poder hacer algo muy grande. En cuanto la hemos tenido, hemos ganado un campeonato del mundo".

Al volver a referirse al episodio de Rubiales, agradeció todo el apoyo que recibió, aunque consideró que los jugadores hombres se expresaran más abiertamente sobre el tema: "Entiendo que cada uno piense como piense y a mí también me encantaría poder centrarme solo en mi deporte, pero cuando ves situaciones injustas, tienes que estar de un lado o de otro. La gente me odiará o me querrá, pero tengo mi manera de pensar y no me importa decirlo abiertamente: el apoyo de ellos no sé si hubiera hecho todo más sencillo, pero desde luego nos hubiera ayudado mucho".