La calma de la delegación argentina en Barcelona se rompió por el más bellos de todos los motivos: uno de los integrantes de la selección debió irse a Sevilla para el nacimiento de su hijo Tomi.

El zaguero de Roma le pidió permiso especial al cuerpo técnico de Jorge Sampaoli para poder presenciar el nacimiento de su hijo, que se produjo en la ciudad andaluz.

El defensor fue liberado tras el trabajo matutino y en horas del mediodía europeo partió para estar al lado de su esposa.

De todos modos, el propio jugador explicó que en horas de la noche se reincorporará a la concentración en el hotel Princesa Sofía de la ciudad catalana.