Rosario Central puede quedarse tranquilo: el futuro está asegurado. Los pibes de Leo Fernández cerraron esta noche la excelente actuación que tuvieron durante toda la Copa Santa Fe y se quedaron con la segunda edición de este torneo tras empatar 2 a 2 con Atlético Rafaela en la revancha de la serie final.
 

El festejo de los pibes
La alegría de los pibes canallas. (Alan Monzón)



El club de Arroyito decidió apostar por su equipo de Reserva y no se equivocó, porque con Leo Fernández a la cabeza exhibió un andar parejo durante las tres llaves que debió sortear (Alianza Sport, Unión de Santa Fe y la Crema), culminó invicto con cuatro victorias y este empate y levantó el trofeo con justicia.

Esta noche, protagonizó un duelo electrizante con el conjunto rafaelino que milita en la B Nacional. Finalmente fue 2 a 2, con lindos goles, muchas ocasiones desperdiciadas (o salvadas por los arqueros Ledesma y Carranza) y dos expulsados por bando. El árbitro Pablo Díaz cumplió una floja labor.

Los goles auriazules fueron obras de Agustín Coscia (17') y Diego Becker (41'), mientras que Alexis Castro (28' y 3'ST) marcó los dos de la visita. Vieron la roja Nahuel Gómez (doble amarilla) y Alfani (roja directa) en el local; Pittinari y Blondel (ambos roja directa) en el elenco de Bovaglio. 


Los goles

 
Central, que había quedado muy bien parados para este desquite luego del éxito inicial logrado en condición de visitante, cuando se impuso con un gol agónico de Agustín Coscia, sabía que el empate le alcanzaba para festejar. Pero aún así, salió con todo a tratar de liquidar la serie rápidamente.

Tras el gol de Coscia, no logró asentarse en el dominio y Castro lo igualó diez minutos más tarde. Y de ahí, hasta el segundo grito de Becker sobre el final del primer acto, fue Rafaela el que manejó la acción. De hecho, Jeremías Ledesma se lució con su seguridad, sobriedad y elasticidad para mantener el empate.

En pleno dominio visitante, en un descuido Rivas pudo marcar con el arco vacío, pero la tiró afuera. De todos modos, minutos después Becker pondría el 2-1 con el que se fueron al descanso.

El nuevo empate de Castro recién iniciado el complemento volvió a poner puntos suspensivos a la final. De ahí en adelante, Rafaela fue con más convicción que ideas y Central se dedicó a aguantar soñando con una contra. Sobre el cierre, las pulsaciones se elevaron y cuatro futbolistas se fueron a las duchas (dos por bando). Y basado en los reflejos de Ledesma y la seguridad de Alfani y Recalde, el auriazul pudo sostener la igualdad hasta el final. 

La buena cantidad de público que hubo en el Gigante acompañó con ganas el festejo de los pibes, que se dieron el gusto de darse esta alegría y darle un nuevo trofeo a la institución. Si bien no se trata de un título oficial de AFA, este éxito deja bien arriba el prestigio del club en territorio provincial. Y abre mucha esperanza en el futuro deportivo de la institución, que en breve verá a muchas de estas caras defender la camiseta de la primera división.