Brasil no durmió para ver a una joven que ya se co nvirtió en una de sus leyendas del deporte olímpico en Tokio 2020. Rayssa Leal, de 13 años, es la brasileña más joven en subir a un podio, al conquistar medalla plata en skate street, un deporte que llegó a estar prohibido en ciudades como San Pablo pero que se transformó en una verdadera pasión nacional.

El "hada del skate", como es conocida por sus conquistas en torneos nacionales e internacionales de la modalidad incorporada este año por el Comité Olímpico, rompió las barreras etarias y de género, ya que escuchaba en la escuela, en la familia y en los medios que era un deporte para varones o que era muy niña para practicarlo.

"Estamos probando que el skate no es apenas para los nenes", dijo a la televisión tras conquistar la plata, en un podio que marca un hito etario en la historia olímpica: primera quedó la japonesa Momiji Nishiya, también de 13 años, cinco meses más grande que la brasileña, y con el bronce otra nipona, Funa Nakayama, de 16.

Este deporte fue criminalizado en los años ochenta y prohibido en esa época en San Pablo, donde surgió localmente, ya que sus practicantes no terminaban en un podio con medalla, sino tratados como marginales, detenidos en las comisarías.

Esa política del exintendente derechista de San Pablo Janio Quadros (expresidente de Brasil electo que gobernó pocos meses en 1961) generó una revuelta en los jóvenes que iban a andar en skate al Parque Ibirapueara, en el piso de cemento de una de las obras arquitectónicas de Oscar Niemeyer, arquitecto ícono de Brasil.

Fueron los skaters y jóvenes en general que empujaron el reverdecer democrático, la elección de Luiza Erundina como alcaldesa, del Partido de los Trabajadores, quien liberó la práctica del skate y dedicó recursos para espacios de ocio y deporte en la ciudad donde el verde lucha día a día contra el concreto, la más poblada de Sudamérica.

Leal mantuvo al país en vilo en la madrugada: ella mismo, subcampeona mundial en 2019, eliminó a sus ídolas, las brasileñas Leticia Bufoni y Pamela Rosa. "Yo fui la ídola de ella cuando comenzó a andar en skate y ahora ella es mi inspiración", dijo Bufoni.

La carrera de Leal, de 1,45 de altura y 35 kilos, quedó marcada por un video cuando tenía apenas 7 años. Ella estaba disfrazada de hada y andaba en skate por su barrio, saltando obstáculos y cayéndose, acompañada por su mamá, también presente en la capital japonesa.

Ese video de la "Fadinha" (hadita) lo vio y lo divulgó en sus redes Tony Hawk, el estadounidense que es la mayor leyenda del skate. Hawk desde entonces se convirtió en un fan de la brasileña, a quien vio en Tokio.

Todo Brasil vibró en la madrugada de este lunes con el skate frente a las pantallas por algo que ocurría del otro lado del mundo, como ocurrió con el campeonato mundial Corea Japón 2022, vencido por la magia de Ronaldo, Rivaldo y compañía.

En San Pablo, donde todo comenzó a los golpes para el skate, desde las ventanas de los edificios se festejaba a los gritos, como si el skate fuera fútbol en el país del fútbol. Rayssa Leal, el hada de 13 años, ganaba otro mundial.