A poco más de ocho meses del inicio de la Copa del Mundo que se llevará a cabo en Canadá, México y Estados Unidos, y algunas semanas después del comienzo de la venta de entradas para ese torneo, Adidas presentará este jueves el balón que se utilizará en los 104 partidos del torneo.

La marca deportiva de origen alemán hizo el anuncio a través de sus redes sociales, en donde difundió un video que muestra un repaso de todos los balones que la firma realizó para los distintos mundiales desde el de México 1970, cuando comenzó su vínculo comercial con la FIFA. Las imágenes se proyectaron en el Sphere de Las Vegas, que cuenta con la pantalla LED más grande del mundo.

En el final del video se revela que este jueves 2 de octubre se dará a conocer el diseño de la pelota del próximo mundial. “Algo GRANDE está a punto de caer. USMXCA #FIFAWorldCup”, dice el texto que acompañó la publicación oficial.

Hace unos meses, algunos medios afirmaron que el nombre de la pelota sería Trionda, en alusión al trío de países que organizarán el certamen, aunque hasta el momento no hay información oficial.

En esas publicaciones también se pronosticaba que el balón llevaría los colores principales de estos países: rojo (Canadá), azul (Estados Unidos) y verde (México).

La que se utilizará en Canadá-México-Estados Unidos 2026 será la 15ª pelota fabricada para una Copa del Mundo por Adidas, que desde México 1970 es el proveedor del balón oficial de la máxima competición mundial de fútbol.

     

El primer balón que proveyó Adidas fue el Telstar Durlast, que se usó en México 1970 y en Alemania Federal 1974, torneos en los que el Brasil de Pelé y luego la Alemania de Franz Beckenbauer levantaron la copa. La estructura en paneles fue inspirada por la del satélite Telstar, lanzado al espacio unos años antes, en plena carrera espacial.

En 1978 se uso la Tango, con la que la Argentina de Mario Kempes obtuvo su primer Mundial. Los estampados en cada uno de sus gajos ofrecían la ilusión óptica de círculos, una tendencia que se repetiría en los siguientes seis mundiales, hasta 1998.

El mismo balón se utilizó en España 1982, en su versión Tango España, con su impermeabilidad mejorada.

México 1986 se jugó con la Azteca (llamada Jalisco en Argentina por una cuestión de derechos comerciales), la pelota con la que Diego Armando Maradona le dio vida al mejor gol de todos los tiempos. Los dibujos sobre sus gajos hacían referencia a los murales aztecas.

En la década de 1990, el desarrollo tecnológico corrió a mayor velocidad que el de los diseños. La Etrusco, de Italia 1990, imitó a la de 1986 en el uso de simbología propia de la cultura de ese país. La Questra, en Estados Unidos 1994, se llamó así por su significado (“búsqueda de estrellas”) y en el estampado tenía elementos propios del espacio como cometas y planetas. La Tricolore, de Francia 1998, exhibía azul, blanco y rojo dominando su circunferencia.

Para Corea del Sur-Japón 2002, el primer mundial en el Lejano Oriente, se utilizó la Fevernova (Fiebre por las strellas), una pelota que parecía sacada de los videojuegos. Fue la pelota más liviana de todas y eso despertó críticas, especialmente de los arqueros, que empezaron a ser víctimas de goles bastante llamativos por las trayectorias de los remates.

Adidas comenzó a fabricar las pelotas de la Copa del Mundo desde México 1970. 
Adidas comenzó a fabricar las pelotas de la Copa del Mundo desde México 1970. 

En Alemania 2006, Adidas sacó a la cancha la +Teamgeist (Espíritu de equipo), que ya no tenía 32 gajos, sino 14 caras curvas. Se evaluaba que de esa manera la pelota era más redonda que nunca. Además, las caras no estaban cosidas, sino unidas con un proceso de sellado térmico que la hacía completamente impermeable. En esa edición comenzaron a estamparse los nombres de las selecciones y las sedes en cada partido.

En Sudáfrica 2010 se utilizó la Jabulani (Celebrar). Se la diseñó con 11 colores para representar a los 11 jugadores de cada equipo. Como en Corea del Sur-Japón 2002, los arqueros se quejaron por el movimiento extraño que hacía en el aire. La NASA estudió su comportamiento y aerodinámica, y detectó que al llegar a los 72 kilómetros por hora hacía un efecto de nudillo que volvía impredecible su trayectoria, algo que se potenciaba con la altura de algunas ciudades sudafricanas.

Para Brasil 2014, Adidas tomó nota de las quejas y creó un balón que, antes de su presentación, fue probado por distintos futbolistas del mundo durante meses. Su nombre se decidió a partir de una encuesta que se llevó a cabo en el país anfitrión y en la que participaron un millón de fanáticos: Brazuca (con el 77% de los votos) se impuso sobre opciones como Bossa Nova y Carnavalesca. Sus colores estaban inspirados en el calor propio de ese país y detalles vinculados a su bandera.

En Rusia 2018, la propuesta fue regresar a los diseños de los años setenta y para ello se eligió el modelo de la primera Telstar, la pelota que dio inicio a toda la saga de Adidas en los Mundiales, aunque se le añadieron tonos grises y azules, además del negro característico. Y a partir de los octavos de final, el azul se cambió por el rojo. La Telstar 18 fue la primera pelota en tener un chip en su interior, lo que permitió a los espectadores conectarse en tiempo real a través de una app y recibir datos en sus celulares.

En Qatar 2022 se utilizó la Al Rihla (El viaje), que fue definida por quienes la fabricaron como la más veloz y la más precisa de toda la historia de los Mundiales. En cuanto a lo visual, siguió la tendencia de los Mundiales previos e incluyó referencia a elementos de la cultura y la arquitectura locales, junto a embarcaciones propias de la zona y una bandera del país anfitrión.