Si bien la definición fue por caminos diferentes (aquella vez, Goetze puso el 1 a 0 para Alemania en el suplementario, hoy la cosa fue por penales), puede hallarse otros parangones además del de la sensación de tristeza y dolor que se repite en el corazón de los hinchas argentinos.

Una de las similitudes es la maldición de las lesiones que persiguen a Ángel Di María cuando debe jugar una final con la selección; en Brasil, una dolencia directamente lo sacó del encuentro