Del actual técnico de Rosario Central, Miguel Ángel Russo, se conocen muchos aspectos de su vida profesional vinculada al fútbol, tanto de su etapa como jugador en Estudiantes de La Plata —único club en que se desempeñó— como de su extensa trayectoria como entrenador. Pero no se sabe demasiado sobre su familia, de su vida privada y del cáncer de próstata que tuvo que atravesar algunos años atrás, con dos operaciones incluidas (en 2017 y 2018).

Mientras dirigía a Millonarios de Colombia, pasó esa dura etapa personal con tranquilidad, junto a profesionales que estuvieron a la altura de las circunstancias y con el apoyo invaluable de amigos íntimos, como Joan Manuel Serrat, que fueron los pilares, además de su esposa Mónica, para que no perdiera las ganas y la fuerza para combatir la enfermedad.

Hoy dirige por quinta ocasión al Canalla y está bien de salud, recuperado, con controles médicos que se realiza cada vez con menos frecuencia. Y busca refugio en aquellos lugares que lo hacen feliz, como el club de Arroyito, donde es uno de los grandes ídolos de las últimas tres décadas.

- ¿Cómo estás de salud?

- Pasó un tiempo prudencial, dentro de todo estoy normal, yo vivo así, los controles los hago cada vez menos, pero siempre hay que hacerlos. Es permanente porque te cubre de muchas cosas, te protege, porque hoy ha cambiado mucho la medicina y para todo hay contención en esos controles, te van marcando el camino de todo tu vida.

- ¿Recibiste mucho afecto?

- Sí, te ayuda mucho eso, me ayudó mucho mi cabeza, mi forma de pensar, mi mujer Mónica que estuvo al lado mío y la que luchó en lugares dificiles como fue Colombia —dirigió Millonarios en el 2018—. Todo eso te va elevando y por lo menos yo tengo ganas de vivir, cuando uno tiene ganas de vivir, está todo en tu cabeza.

El DT auriazul comenzó la pretemporada de su quinto ciclo en la institución. (Alan Monzón/Rosario3)

- Tenés mucha personalidad. ¿Te asuntaste o tuviste miedo?

- No, no tuve miedo, si hubiese tenido temor no hubiese podido confiar en la gente que tuve al lado, como fueron mis médicos y mi gente. Todos ayudaron, son situaciones complejas y hubo mucha gente que me ayudó. Mirá, Joan Manuel Serrat vino un día y me dijo 'no te vas a morir de esto, yo lo tuve, así que no te vas a morir de esto'. Hoy en la medicina hay un cambio tan grande, que la gente no se da cuenta, no sabe, que vos podés prevenir todo lo que te puede hacer daño.

- Dijiste que tu familia ayudó. ¿Cómo está compuesta?

- Somos una familia muy numerosa, somos 60 o 70. Soy el mayor de ocho hermanos, no entramos en una casa cuando nos juntamos, así que tenemos que alquilar un lugar específico para poder hacer la reunión.

Russo junto Carlos Castro, el oncólogo que lo trató mientras el DT trabajaba en Millonarios de Colombia.

- ¿Sos familiero?

- Sí, mucho, soy amiguero también, me gusta juntarme, me reúno con amigos en forma permanente. Todos vinculados al fútbol, todos futboleros.

- ¿Cómo es tu vida?

- Siempre con objetivos, busco mejorar, siempre tengo algo para mejorar. Soy un hombre que vive como tengo que vivir. Vivo 24 horas pensando en esto, en esta profesión.