La piloto Jessi Combs murió este martes cuando intentaba batir un récord en el automovilismo. Tenía 36 años. En su carrera como automovilista llegó a manejar a 777 km/h.

Según informó EFE, Combs falleció en un accidente en el desierto de Alvord, en Oregón (Estados Unidos), cuando intentaba batir el récord mundial de velocidad en tierra y llegar a los 800 kilómetros por hora

"El sueño más notable de Jessi era convertirse en la mujer más rápida de la tierra, un sueño que había estado persiguiendo desde 2012", señaló la familia en un comunicado en el que confirmó el deceso de la también presentadora de televisión en un accidente ocurrido el martes.

"Era una de las raras soñadoras con el valor de convertir esas posibilidades en realidad, y dejó esta tierra conduciendo más rápido que cualquier otra mujer en la historia", agregó el comunicado que reprodujo EFE.

Las autoridades, que aún estudian las causas del accidente en el que la piloto fue la única fallecida, señalaron que su equipo estaba haciendo pruebas en una sección de aproximadamente 8 kilómetros del desierto, en el sureste de Oregón, y que tras el fatal siniestro se originó un incendio.

Foto: EFE

El objetivo de las pruebas, hechas en una área donde se hacen muchas pruebas y carreras, era romper el récord de velocidad en tierra que se estableció en el desierto Black Rock, en Nevada, en 1997, así como su propio récord logrado el año pasado.

Antes, en 2013, Combs batió por primera vez la marca tras alcanzar 630,69 kilómetros por hora, y en 2016 probó romper su propio registro y lo consiguió al llegar a 707 km/h.

“Puede parecer un poco loco caminar directamente hacia la línea de fuego, los que están dispuestos son los que logran grandes cosas", escribió hace poco en su cuenta de Instagram. "La gente dice que estoy loca. Yo digo gracias", agregó.