Que veinte años no es nada
Que febril la mirada
Errante en las sombras, te busca y te nombra
Vivir
Con el alma aferrada
A un dulce recuerdo que lloro otra vez...


Sí, como cantaba Gardel en el tango Volver. Todavía no se fue y ya lo estamos extrañando. Es que este jueves ante Venezuela por la penúltima fecha de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026, Lionel Messi jugará en suelo argentino por última vez. Al menos por los puntos. Porque en el futuro podrá tener algún partido de despedida, pero ya no será oficial. Por eso la añoranza: esta historia de amor empieza a desandar los capítulos finales.

En 2005 el mundo era otro. Néstor Kirchner presidía el país, el dólar estaba a 3 pesos, Joseph Ratzinger recién iniciaba sus días como Papa, faltaban seis años para que Netflix llegue a Argentina y este joven de 18 años empezaba a escribir una historia épica.

Casi 20 años después de su primera vez, Leo jugará su último encuentro oficial en Argentina (el propio Leo lo confirmó). Aquella vez, más precisamente el 9 de octubre de 2005 y en el mismo estadio Monumental, la selección argentina dirigida por José Pekerman le ganó 2 a 0 a Perú y el joven muchachito con la camiseta 19 en su espalda, fue parte del equipo titular que formó así: Abbondanzieri; Coloccini, Ayala, Heinze, Sorín; Lucho González, Battaglia, Kily González; Riquelme; Messi y Crespo. 


Desde allí se construyó la leyenda: pasaron 20 años, 45 partidos del 10 en nuestro país (jugó por eliminatorias y amistosos en Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, San Juan, Santa Fe y Santiago del Estero), 35 goles y 20 asistencias. 

Esos asombrosos números pueden incrementarse incluso para seguir superando récords: Messi tiene en total 71 partidos jugados por eliminatorias y en caso de disputar los dos de esta ventana (el jueves con Venezuela y el martes próximo frente a Ecuador en Guayaquil), Leo superaría al ecuatoriano Iván Hurtado y pasaría a ser el jugador con más presencias en esta competencia, que ya lo tiene como el máximo artillero histórico con 34 gritos, cinco más que el uruguayo Luis Suárez. Impactante.

Obvio que después de Venezuela, a Leo le quedarán algunos partidos más con la albiceleste (en octubre y noviembre hay amistosos, en marzo la Finalíssima con España y obviamente en junio 2026 el Mundial en el que de no mediar imponderables, dirá presente por 6º ocasión), pero todo eso será fuera de casa.

Por eso, este choque ante Venezuela tiene tintes de especial, de despedida, de nostalgia. Se viene la última función de Leo en casa. ¡Que sea a lo grande, como nos tiene acostumbrados! Que veinte años no es nada...