Rosario Central lo hizo de nuevo. El equipo que más partidos jugó en la historia de la Copa Argentina se metió por cuarta vez en una final de esta competencia. Este domingo, superó a Temperley por penales tras igualar 1 a 1 y ahora jugarán el cotejo decisivo ante River o Gimnasia de La Plata. Hubo carnaval en las tribunas centralistas.



En el transcurso de los 90 minutos, en el estadio Mario Kempes, empataron 1 a 1: los canallas ganaban con gol de Fernando Zampedri a los 7 minutos del segundo tiempo, pero Federico Mazur lo igualó a los 46' del complemento para los de la B Nacional y envió la definición a los disparos desde los doce pasos. 

En la tanda de penales, Jeremías Ledesma fue héroe otra vez al detenerle el disparo a Ramiro Costa (ex canalla) y Leonardo Gil sentenció el pasaje de los de Arroyito al encuentro que coronará al nuevo campeón, que aún no tiene fecha definida (sería en Mendoza).

Gonzalo Bettini
Bettini, con la mirada fija en el balón. Central finalista. (FotoBaires)



La formación de Bauza volvió a jugar mal y sigue sin ganar en los 90': de hecho, de los últimos 12 que disputó, sólo pudo ganar uno. Su eficacia en los penales lo salvó de un nuevo aplazo. 

El Canalla empezó mejor y dominó hasta los 15 minutos, pero luego se apagó (como casi siempre en la era Bauza) los celestes emparejaron y tuvieron dos chances de gol claras que tapó bien el arquero Ledesma.

Los de Arroyito apostaron sistemáticamente a la pelota detenida de Gil, pero no estuvieron eficaces como para marcar el primer tanto de la tarde. Y volvieron a carecer de volumen de juego en la mitad del campo. Estuvo lento y no halló la fórmula para cristalizar la diferencia de categoría.

El gol llegó apenas iniciado el complemento: Bécker tiró un buen centro desde la izquierda y el entrerriano Zampedri saltó sólo para estampar el primero de la tarde con un soberbio cabezazo. Haciendo poco, los rosarinos estaban arriba.

Desde el gol, los del Patón se dedicaron a administrar la ventaja. Y pudieron liquidarlo, si no fuera por la mala puntería de Zampedri, que falló un gol cantado casi en el área chica tras envío de Gil. De todos modos, casi no sufrieron sobresaltos. 

Pero cuando se terminaba el partido y parecía que todo estaba definido, a los 46', un pelotazo directo y largo al área auriazul encontró un flojo rechazo al medio de Ortiz y Mazur puso la igualdad definitiva. Había estupor y desesperación en los rostros de jugadores e hinchas de Central porque había que definir desde los doce pasos.

No hubo tiempo para más. Y se fueron a los penales. Empezó pateando Ortigoza y puso el 1-0 con la tranquilidad acostumbrada; el arquero Castro fue el primero del celeste y la tiró por arriba. Desde ahí, se sucedieron los goles de Ruben y Prieto, pero Caruzzo tampoco le acertó al arco y le dio la chance a Costa de empatar.

Ahí, apareció la figura de Jeremías Ledesma: Ramiro Costa (ex del club centralista) pateó a la derecha del arquero, y éste con una volada impresionante lo desvió. Camacho fue el encargado de ratificar la ventaja, luego Mancinelli estiró el suspenso. Finalmente, Gil resolvió la semifinal con categoría y desató la locura.

Ahora, Central esperará en la final a quien se quede con la serie entre River y Gimnasia de La Plata, que jugarán el próximo 28 de noviembre. Será su cuarta final: en las tres anteriores, se quedó a las puertas de la gloria ante Huracán, Boca y River respectivamente.