Edgardo Bauza decidió dar por finalizada su etapa en la dirección técnica. Así lo comunicó su representante este viernes y aseguró que su último paso por Rosario Central fue el cierre de su carrera como entrenador.

El de Arroyito fue su último club, una institución que lo formó, lo tuvo como un tremendo defensor y goleador, luego como entrenador en un par de períodos. El título de Copa Argentina logrado en 2018 fue la frutilla del postre. También fue campeón de la Copa Libertadores en dos oportunidades: con la Liga de Quito y San Lorenzo.

El artista Gabriel Griffa pintó el mural en honor al Patón que habita en el Gigante.

Los rumores indicaban que sería difícil volver a verlo en un banco de suplentes a cargo de un equipo; pero la noticia confirmada por Gustavo Lescovich, su representante, en diálogo con medios de Buenos Aires, no deja de sorprender.

De este modo, Bauza cierra una brillante carrera en el fútbol, que comenzó como jugador y luego continuó como director técnico, hasta alcanzar la selección argentina en sus dos actividades. Como futbolista estuvo en el Mundial de Italia 90, como DT tuvo una breve etapa en un momento de crisis previo al Mundial de Rusia.

La última experiencia laboral de Bauza en Central, lo convirtió en el primero en consagrarse como jugador y entrenador canalla. El Patón cortó una racha de tres subcampeonatos consecutivos en la Copa Argentina.

Como jugador, el Patón fue campeón en el Campeonato Nacional de 1980 y en el torneo 1986/1987. En ese tiempo, se transformó en uno de los defensores con mayor cantidad de goles convertidos.

El Patón posa como futbolista canalla con su compañero Osvaldo Escudero

Luego llegó el tiempo de su primera experiencia como entrenador entre 1998 y 2001. Durante ese período Central disputó las semifinales de la Copa Libertadores.