Con el aislamiento obligatorio impuesto por la pandemia, algunas instituciones educativas impusieron el examen online como una herramienta de evaluación ante la imposibilidad de realizarlo de forma presencial. Y la falta de antecedentes en la materia supone todo un reto tanto para alumnos como para docentes.

En estos casos, cada universidad y cada profesor aplica el sistema que mejor le parece, en algunos casos se usan preguntas cortas, preguntas de desarrollo, con el libro delante o cuestionarios de respuesta múltiple. Por eso lo mejor es consultar previamente al docente vía mail para conocer cuál será la metodología elegida y así prepararse de la mejor forma.

De cualquier manera, en lo básico del estudio, nada cambia. Se debe hacer una lectura comprensiva, adaptar la mejor técnica de estudio a cada materia, subrayado, mapas mentales, esquemas, fichas. No obstante también pueden sumar nuevas metodologías como las siguientes:

Estudiar todo en voz alta: ayuda a memorizar mejor, pero en este caso es esencial porque probablemente vamos a tener que hablar a la cámara (incluso si los exámenes online son escritos). Si nos acostumbramos a decirlo todo en alto, nada nos tomará por sorpresa.

Grabar videos: una vez que tenemos el temario estudiado, una de las mejores técnicas es hacer los propios test simulados, pero ahora, grabándonos mientras respondemos. Así podemos ver qué hemos dicho, cómo mejoramos las respuestas o si tenemos algún vicio o muletilla que haya que cambiar.

Practicar con un compañero: en esta época de cuarentena nos hemos vuelto expertos en videollamadas, así que vamos a aprovechar estas herramientas para simular exámenes online con nuestros compañeros de clase. De esta manera, cada uno puede prepara un examen para su compañero y ayudarle a corregir los errores.

Cosas que hay que cuidar cuando llegue el examen: primero, nuestro aspecto. Vamos a hacer un examen universitario por muy online que sea y además le debemos un respeto a nuestros profesores, por lo tanto, queda terminantemente prohibido hacer el examen en pijama o desde la cama. Segundo, hay que preparar el entorno y lo que se verá desde la cámara, así que ojo a lo que se muestra.

El miedo no es necesario: no hay que temer más los exámenes online que los presenciales, porque vamos a poder demostrar nuestros conocimientos igual y a sacarlos tan bien como siempre, solo hay que ser un poquito resilientes y seguir esforzándonos igual que hasta ahora.

El problema al que se enfrentan las universidades es cómo podrán garantizar la vigilancia en este tipo de exámenes, cuando cada uno los hace desde su casa y puede tratar de hacer trampas consultando en Google las respuestas o teniendo los apuntes a mano, consignó el blog eTítulo. Es por eso que muchas universidades utilizan programas que detecten si hay grabaciones o trabajan con reconocimiento facial. En otras, un profesor se encarga de vigilar a un grupo reducido de alumnos por la webcam.