Este miércoles se concretó el inicio de clases presenciales en las escuelas públicas de la provincia. En la mayoría de los establecimientos, con protocolos de por medio, los alumnos se reencontraron con compañeros y docentes. Pero no todos los colegios pudieron retornar el cursado.

En la escuela José Mármol de barrio Empalme Graneros, las autoridades tuvieron que suspender el inicio del ciclo lectivo por no contar con energía eléctrica. Según detalló en De 12 a 14 (El Tres) la vicedirectora del establecimiento, en la madrugada del martes, delincuentes se robaron el medidor.

“Ayer dimos conocimiento a Educación, al FAE (Fondo de Asistencia Educativa) y al área d. infraestructura. Seguimos todos los pasos que corresponden”, indicó. Pero ante la ausencia de respuestas, la directora de la institución decidió ir por su cuenta a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) para solicitar que le instalen un nuevo medidor.

A este hecho delictivo, la vicedirectora contó que se le suma otro ocurrido hace aproximadamente un mes. “Se llevaron los cables y no tenemos teléfono ni internet. Dentro de la escuela trabajamos con los datos del celular o las cosas que necesitamos las hacemos en casa”, remarcó.

Tenemos 600 alumnos que estaban muy entusiasmados, desde los más pequeños a los mayores, también docentes y asistentes escolares que hacen que esta escuela salga a flote día a día”, lamentó la mujer.

Con respecto a la posibilidad de confirmar una fecha para el retorno a la presencialidad, la directiva explicó que dependen de la rapidez con la que se restituya la energía. “Estuvimos en contacto con el electricista, hicimos el pedido de los materiales, una vez que se comunique el proveedor con el Ministerio y puedan comprar los materiales, viene y deja las conexiones para que la EPE nos reconecte” explicó.

Por último, la vicedirectora señaló que los hechos delictivos contra la escuela se vienen incrementando en el último tiempo. “Muchas veces nos avisan los vecinos que hay gente arriba de los techos o que entran en la escuela, llamamos al 911, dan una vueltita y se van”.