Desde esta semana, millones de hogares del país y el mundo tienen armado un árbol de Navidad, que por tradición se instala el 8 de diciembre. Ante eso, expertos salieron a recordar recomendaciones para prevenir eventuales problemas de salud.
Es que pocos conocen lo que se denomina "síndrome del árbol de Navidad", que no distingue país o estación del año para generar una amenaza. Un estudio realizado por la Universidad de Nueva York reveló el vínculo directo de los arbolitos, tanto naturales como artificiales, con las alergias.
El informe reveló que la principal razón es que los árboles naturales, más usados en el hemisferio norte –donde suelen utilizarse para decorar ramas de pino reales–, albergan moho en la corteza. Pero los artificiales también presentan un enemigo como el polvo y ácaros y por su estructura pemiten que éstos vuelen fácilmente por la casa.
Esta investigación se realizó en 2011, a raíz de un aumento significativo en los números de los casos de rinitis alérgica y otras enfermedades del sistema respiratorio a fin de año, y desde entonces en esta época se recuerda la probable incidente este síndrome.
El neumonólogo rosarino Daniel Buljubasich, ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, explicó en Radio 2 que el problema es más grave en países como “Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido, que tienen una vieja constumbre de cortar un pedazo de pino y colocarlo en living” y eso “contiene hongos y otros alergenos que con el calor del interior se reactivan y provocan crisis de asma”.
“Acá –por el hemisferio sur, donde Navidad llega en verano– no vemos que se disparen casos en función del arbolito, pero tanto éste como otros elementos navideños que guardamos durante el año pueden tener ácaros, y peor si se guardan con humedad. La ventilación de los hogares al ser verano ayuda mucho a evitar esos problemas”, señaló el médico en el programa Punto Medio.
Incluso con los árboles artificiales, que son los más comunes en estas regiones, recomendó que cuando llegue la hora de guardar esa parafernalia navideña, “en vez de ponerla en una caja y en un cuartito, es mejor envolver todo bien en una bolsa de naylon que no permita la entrada de polvo o de las cosas que puedan provocar alergia, y el año siguiente al sacarla, dale una limpiada”.
Aclaró que según el tipo de árbol que se utilice, “no hablamos de bacterias sino de hongos o ácaros, que más que infecciones pueden provcar reacciones alérgicas”.
En el caso de los pinos u otras coníferas naturales, de todo el moho analizado en el estudio científico de 2011, el 70 por ciento fue identificado como el causante de síntomas como picazón en la nariz, humedad en los ojos, tos, dificultades para respirar, dolor en el pecho, sinusitis, e incluso sensaciones de fatiga y problemas para dormir.