La Tierra fue golpeada durante las últimas horas por una eyección de masa coronal procedente del Sol, que ocasionó fuertes tormentas geomagnéticas durante la noche, según comunicó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en una alerta.

La NOAA clasificó la tormenta como G3 en una escala que llega a un máximo de G5, por lo que se considera fuerte.

Los expertos advierten que tormentas geomagnéticas tan intensas pueden causar interrupciones en los sistemas de energía, desorientar a los animales migratorios y crear problemas a los satélites y a los astronautas en el espacio.

Por otro lado, tales tormentas solares también hacen que las auroras boreales puedan verse en latitudes mucho más bajas de lo normal.

Los investigadores señalaron repetidamente que no estamos lo suficientemente preparados para los peligros potenciales de una tormenta de tipo G5, que sería capaz de, incluso, destruir los sistemas de navegación y las comunicaciones por radio, según publicó RT.