La fase 4 de la cuarentena por coronavirus permitió el lunes pasado la reactivación del comercio minorista en Rosario bajo estricto protocolo de sanidad, a fin de evitar los contagios de covid-19. Sin embargo, las ventas no vienen bien ni son suficientes debido a la escasa cantidad de gente que accede al centro rosarino y por lo tanto no compra –en este sentido se advierte un mayor movimiento en los barrios con consecuente beneficio de los negocios de proximidad– y también, a la crisis económica que obliga a los rosarinos a gastar su dinero en los productos básicos, ya sea alimentos o algunas prendas necesarias.

“Es muy triste el panorama”, lamentó Miguel Rucco, representante del Paseo Comercial de Calle San Luis, este jueves en Radiópolis (Radio 2). Lejos del optimismo y cargado de crudeza, el comerciante resumió el escenario reinante en el microcentro rosarino: “Los locales abiertos con todo el protocolo y tres vendedores esperando a que entre un cliente”. Para Rucco, la reactivación comercial ha llegado sólo al 30 por ciento: “Estamos vendiendo muy poco”, aseguró y detalló que se puede ver más compradores en el rubro lencería.

De acuerdo a su análisis, el paro de transporte en Rosario afecta a la actividad comercial en la zona central ya que, la mayoría de los compradores se desplazan desde otro sitio de la ciudad. De esta forma, el comercio presenta un mayor movimiento en los barrios, donde las personas hacen algunos pocos pasos o cuadras a la hora de salir de compras. Pero no es el único punto: “La economía afectada se traslada a la mercadería que se compra, la prioridad es el alimento”, indicó.

Mi barrio

El presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab, consideró que el 80 por ciento de los locales abrieron en el centro rosarino. Al igual que Rucco, registra una mayor afluencia de gente en los centros comerciales barriales. “El consumo se quedó en los barrios, los que venían al centro no vienen por el paro de transporte”, sostuvo aunque seguramente también juega un rol más relevante la imposibilidad de circular que aun rige por la cuarentena y las repetidas recomendaciones desde el Estado de no “cruzar la ciudad” para comprar.

Para el dirigente, de lo poco que se vende, la indumentaria es el rubro mejor posicionado. "La vedette es la peluquería", apuntó. 

Por último Diab confirmó un cambio en relación a los horarios de atención. Se había establecido que el comercio minorista barrial fuera del área Central era el de lunes a Viernes de 13 a 19 y los Sábado de 9 a 13 y 17 a 21. Ahora, se decidió que los sábados se cerrarán las puerta dos horas antes, es decir, a las 19.