El Gobierno nacional pidió a los ciudadanos de siete provincias limitar el consumo diario de agua ante la mayor bajante en 77 años del río Paraná, señaló un comunicado oficial difundido en las últimas horas del lunes.  . 

El Paraná, por donde se transporta el 80% de las exportaciones del agro argentino, está en su nivel más bajo desde 1944 como consecuencia de la prolongada escacez de lluvias en el sur de Brasil. 

Ante esta situación, el Gobierno pidió a las personas "ahorrar agua en el consumo diario" y "almacenar agua de lluvia y utilizarla para regar", como también no realizar quemas de pastizales para evitar incendios como los registrados durante el año pasado. 

El río descendió otros 13 centímetros el último fin de semana. (Foto: Alan Monzón/Rosario3)

El pedido del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) apunta especialmente a las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, en las que el río abastece de agua potable y energía a importantes poblaciones urbanas.

Las recomendaciones fueron emitidas por la Jefatura del Gabinete de Ministros, a cargo de Santiago Cafiero, en cumplimiento de lo dispuesto por la Ley 27.287, según un comunicado del organismo nacional.

El río descendió otros 13 centímetros el último fin de semana frente al puerto de la capital entrerriana y se mantiene con una altura de -33 centímetros (debajo del nivel del mar), lo que configura la peor situación hídrica detectada desde 1944. 

El 80% de las exportaciones del agro argentino se transportan por el río Paraná. (Foto: Alan Monzón/Rosario3)

En el puerto de Rosario, el registro oficial de este martes marcó -0,15 centímetros, repitiendo una situación que ya se dio dos veces durante este mes. La bajante es récord también en la cantidad de tiempo, debido a que las aguas permanecen bajas hace 730 días y el pronóstico indica que continuará hasta diciembre.

El sábado el Gobierno anunció la asignación de 1000 millones de pesos para mitigar los efectos de la bajante, que incluyen "la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna íctica y la generación de energía hidroeléctrica".